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El buque Galicia, un cuarto de siglo entre huracanes, tsunamis y piratas

SOMOS MAR

El Galicia, en una imagen de archivo, en el Arsenal de Ferrol.
El Galicia, en una imagen de archivo, en el Arsenal de Ferrol. José Pardo

Por el barco anfibio, fabricado en los astilleros de Ferrol, han pasado 3.000 hombres y mujeres que han sumado cerca de 2.500 días de mar

08 may 2023 . Actualizado a las 16:49 h.

El buque anfibio Galicia, fabricado en los astilleros de Ferrol, ha cumplido ya 25 años de servicio en la Armada. Primer navío de su clase, fue botado en el astillero de Bazán (hoy Navantia) el 29 de abril de 1998. Su dotación inicial, denominada «dotación de quilla», estuvo compuesta por 142 personas bajo el mando del entonces capitán de navío Antonio Blázquez García, primer comandante del buque. Desde su entrega a la Armada tanto el Galicia, como su gemelo, el Castilla, tienen su base en Rota. El comandante actual es el capitán de navío Antonio González del Tánago y De la Lastra.

El navío demuestra llevar muy bien su cuarto de siglo ya cumplido. Como buque de asalto anfibio, su principal misión es «proyectar una fuerza de desembarco de Infantería de Marina desde la mar hacia costa, por medio de lanchas de desembarco, helicópteros y vehículos anfibios. Cuenta con un hospital y capacidad para albergar a más de ochocientas personas a bordo, así como medios para ejercer como buque de mando».

Además de participar en numerosas maniobras nacionales e internacionales, el Galicia ha estado también en variadas misiones reales a lo largo de este tiempo. Destacan, por poner solo algunos ejemplos, la operación de ayuda humanitaria tras la devastación causada por el huracán Mitch en Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, en 1999; la misión denominada Respuesta Solidaria en Indonesia, en 2005, tras los catastróficos efectos de un tsunami en la costa; cuatro despliegues como buque de mando contra la piratería en aguas del Índico; la operación Balmis de apoyo a causa de la crisis del coronavirus en Ceuta y Melilla en el 2020; y más recientemente, su incorporación al grupo expedicionario Dédalo-23, en el que se incluyó también ayuda humanitaria prestada a la población de Turquía tras el terremoto de febrero del este año. 

Pero veinticinco años no son nada. Y desde la Armada se indica que el buque está a pleno rendimiento y «mantiene todas sus capacidades». Su fortaleza, con todo, es el factor humano. Las mismas fuentes oficiales apuntan que «su principal valor son los más de 3.000 hombres y mujeres que han tenido el orgullo y el honor de formar parte de su dotación a lo largo de estos 25 años; once misiones y 2.429 días de mar».

A día de hoy, la dotación del Galicia está compuesta por 191 hombres y mujeres. «Todo este personal se ha formado previamente en escuelas como la Escuela Naval Militar de Marín, la Escuela de Suboficiales de San Fernando, o la Escuela Antonio Escaño de Ferrol, aunque muchos de los aquí presentes hace ya varios años que terminaron su formación y llevan gran parte de su vida de servicio dedicados a los barcos».

Un cuarto de siglo, en definitiva, de mucho trabajo y navegación para uno de los emblemas de la Flota española que, como tantos otros, lleva sello ferrolano y al que le quedan por delante variados desafíos en el cumplimiento de sus misiones.