Marina Mercante exige al administrador que retire las jaulas de besugo de Sada
SOMOS MAR

Emite un oficio obligándolo a tomar medidas para que no peligre la navegación
21 jul 2023 . Actualizado a las 14:32 h.Hubo un tiempo en el que Galicia sacaba pecho por ser el único rincón del mundo en el que se producía besugo de acuicultura. Un cultivo pionero al que Isidro de la Cal puso sello allá por el 2003, al lanzar al mercado los primeros ejemplares de crianza, y que concluyó en el 2020 con miles de besugos sacrificados para harina tras la quiebra de la que entonces ya era Isidro 1952.
Pero a diferencia de las instalaciones de acuicultura de trucha, que pronto encontraron comprador —el Grupo Profand, que se hizo con las piscifactorías y con la planta de producción de Cambre—, las de besugo no han encontrado ningún postor. Así que de toda aquella épica solo quedan vestigios. Pero esas reliquias han adoptado forma de residuos: cincuenta jaulas de cultivo y una plataforma auxiliar que tres años después del desmantelamiento de la actividad se han convertido en un problema y constituyen un peligro para la navegación por la ría de Sada, donde están ubicadas.
Las alarmas saltaron cuando una de esas instalaciones arribó a la playa de Cirro, en la parroquia sadense de Veigue. Tanto el administrador concursal que ha asumido el proceso de liquidación de Isidro de la Cal como la Consellería do Mar se sacudieron de encima la responsabilidad de su retirada, uno alegando falta de capacidad económica de la empresa quebrada y la Xunta señalando que «as decisións a adoptar dependen do administrador concursal».
Lo que no apuntaron entonces desde la Administración autonómica es que la Consellería do Mar había emitido en abril del año pasado una resolución mediante la que exigía al administrador concursal de la empresa que retirase las 30 jaulas de 25 metros de diámetro y las 20 de 16 metros, así como la plataforma auxiliar de 27 x 20 metros con 8 flotadores que tenía instaladas en la ría de Sada. Y ahora es la Dirección General de la Marina Mercante, a través de la Capitanía Marítima de A Coruña, la que ha emitido un oficio recordando al administrador concursal aquella resolución autonómica, al tiempo que le ordena acatarla lo antes posible, además de adoptar las medidas necesarias para que las jaulas no supongan un riesgo para la navegación.
La administración concursal, por su parte, se aferra a que, según explica, a la resolución que la Xunta emitió en abril siguió otra que no era tan tajante con la retirada y dejaba plazo a la actuación.
Fuentes próximas al departamento de Marina Mercante revelaron la preocupación por lo que pueda ocurrir con las estructuras abandonadas. Sin mantenimiento ni vigilancia, ni cuidado alguno, los elementos de anclaje al fondo, las redes y los materiales se pudren y deterioran de modo que pueden soltarse, como ocurrió el pasado 26 de junio, cuando una jaula de besugo varó en la playa de Cirro.
Esa falta de atención convierte al medio centenar de jaulas en un peligro para la navegación marítima. Que acaben en la playa o en otra parte de la costa es un mal menor, comparado con lo que puede ocurrir si derivan hacia el fondeadero de Ares o se atraviesan en los canales de navegación, por donde transitan barcos mercantes, de pesca y, sobre todo en estas fechas, de recreo, alertan los navegantes.
La jaula varada en la playa en Cirro continúa allí abandonada para enfado de vecinos y turistas. Hace ya 26 días.