¿Dónde están 26 trajes de supervivencia amarillos que nadie vio tras el naufragio?
SOMOS MAR
La armadora presenta albaranes para justificar que en el 2018 compró 26 prendas de ese color, pero solo hay constancia de que a bordo hubiese rojos, que fueron adquiridos en el 2008
28 nov 2023 . Actualizado a las 10:24 h.Los trajes de supervivencia recuperados tras el hundimiento del Villa de Pitanxo eran todos de color rojo. Los vestían el patrón del barco, Juan Enrique Padín; su sobrino, Eduardo Rial, y el cocinero del barco, Fernando Santomé, fallecido en el naufragio. Ayer, en la Audiencia Nacional, dos marineros portugueses que participaron en el rescate del Villa de Pitanxo aportaron más datos. Estaban enrolados en el pesquero luso Novo Virxe da Barca, que faenaba en la misma zona y fue de los primeros barcos en llegar al lugar de la catástrofe. Ambos trabajadores aseguran que divisaron cuatro cuerpos flotando sobre el agua: tres —que no pudieron recuperar— vestían trajes de supervivencia de color rojo, y el otro, que sí recogieron, no vestía ninguna prenda de emergencia.
Pero el relato de ambos portugueses, ayer, no aportó ninguna prueba que permita avalar que presenciaron esos tres cuerpos a mayores. De hecho, los pocos datos que aportaron se contradicen con los manifestados por otros dos tripulantes del mismo pesquero luso que ya comparecieron hace meses en la Audiencia Nacional. Pero su declaración sobre el color de los trajes de supervivencia sí es importante. Sobre estas prendas también se habló durante la declaración de José Antonio Nores Ortega, integrante de la familia propietaria del Villa de Pitanxo, que declaró ayer como imputado.
La empresa armadora, para demostrar que en el barco había trajes de supervivencia para toda la tripulación, ha ido aportando a la causa facturas de compra. Los primeros se adquirieron en el 2008 y eran rojos. Veintitrés prendas que está por ver si son las mismas que las que vestían en el 2022 tres tripulantes del Villa de Pitanxo. Las otras dos facturas aportadas en la causa son del 2018: una por la compra de 24 trajes de supervivencia amarillos. La otra, de unos meses después, implica la compra de otros dos trajes. Veintiséis en total.
Un década de uso
¿Pero dónde estaban esos trajes amarillos en el momento del naufragio? ¿Por qué nadie los vio ni se los puso antes de abandonar el Villa de Pitanxo? Las preguntas son relevantes para demostrar la acusación contra el patrón y la armadora por presuntamente atentar contra la salud laboral de los trabajadores, pero también para la presunta comisión de 21 homicidios por imprudencia. Las defensas tratan de sostener con la documentación aportada que los trajes del 2018 se compraron para sustituir a los adquiridos diez años antes. La normativa obliga a revisar estas prendas de emergencia cada vez con más frecuencia a medida que acumulan años, y los trajes del 2008 ya superaban la década de uso.
Está por ver qué recorrido tendrá esta arista de la instrucción judicial, y si las acusaciones particulares tirarán del hilo. Ayer se mencionó durante las declaraciones en dos ocasiones, y queda en el aire si los trajes amarillos nuevos estaban realmente en el Villa de Pitanxo para sustituir a los rojos con más de un década de uso.
La otra opción es que realmente los trajes amarillos no estaban a bordo del barco para completar la marea que acabó siendo la última de este arrastrero y su tripulación. Inicialmente se dijo que había un traje para cada tripulante, y tres más, Ahora, se sostiene que había 32, pero sin embargo la inspección marítima solo contó 22.