Marta Piñeiro, portavoz de la familia del superviviente ghanés del Villa de Pitanxo: «Para Samuel ha sido una liberación saber que el robot corrobora su versión»

Hace tiempo que Samuel Kwesi Koufie, el superviviente ghanés del naufragio del Villa de Pitanxo, se tiene por marinense. Ya antes de que la tragedia del pesquero conmocionase a la localidad y esta se volcase con su causa se sentía un vecino más. Con familia en Marín, además. Familia que miraba —y mira— por él y que hace ahora casi dos años vivió días con el corazón en un puño aguardando a conocer las identidades de los supervivientes. Marta Piñeiro es una de las que integran la familia gallega de Samuel. De las que lo han arropado a él y a su familia. Y de las que han celebrado las conclusiones del informe. «Las conocí por la mañana y no vi a Samuel hasta primera hora de la tarde; nada más darle la enhorabuena rompió a llorar», relata. Lágrimas fruto «de la tensión». Porque «para Samuel ha sido una liberación enorme» saber que el robot que se hizo bajar al pecio corrobora su versión y confirma que «él dijo la verdad». Por supuesto que el marinero sabía que había dicho la verdad, que su testimonio era un fiel relato de los hechos, pero quedaba la duda de si la investigación serviría para respaldar sus declaraciones. «Habría sido un mazazo que las pruebas revelasen lo contrario o no reafirmasen su versión», por eso que conocer que lo captado por las cámaras verifica su testimonio «es una descarga».

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NIeves D. Amil

Piñeiro explica que Koufie aún tiene un recuerdo muy vívido del fatídico 15 de febrero del 2022. «Puede que no se acuerde de ir a recoger a Marcos (su hijo) a clases de música, pero no se le olvida ese día, reviviendo una y otra vez lo que pasó; dice que todavía ve al patrón de costa inmóvil en el puente, paralizado, como atenazado por el miedo...» Y en esa revisión Koufie le dice ‘salva tu vida'. Pero ya no hay vuelta atrás.

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