El temporal se confabula con la Semana Santa para subir los precios del pescado
SOMOS MAR
Hay ambiente en las plazas, aunque en puntos como Pontevedra la previsión de lluvia ha contraído la demanda de la hostelería, que no puede desplegar las terrazas
27 mar 2024 . Actualizado a las 04:46 h.«Sobran días do ano para queixarse; hoxe non hai queixa». Bárbara Silva, pescantina de Boiro, reconocía sin ambages que había mucho ambiente. «Xente de fóra» que tiene aquí su segunda residencia y que ha venido a pasar la Semana Santa tira de las ventas de pescados y mariscos, que se han vestido con unos euros más para la ocasión. Pero no ha sido solo esa mayor demanda lo que ha contribuido a revalorizar lenguados, percebes o almejas. El mal tiempo se ha confabulado con las fiestas para encarecer los productos del mar. «O peixe non está barato porque o tempo non acompaña», admitía Silva. La merluza, que la semana pasada sorprendía por su precio asequible, ya no lo es tanto. A 10,90 la vendía ayer la pescantina boirense, que tenía el lenguado a 32. Percebe de Aguiño, centolla de Muros, una poca almeja y mejillones «non moi gordos» componían la oferta de marisco. Faltaba el bogavante, que no ofrece porque ese sí que está caro. Curiosamente, ha caído el precio del rodaballo grande, «ese de máis de tres quilos» que suele ir para los negocios de restauración. Bárbara Silva explica que se debe a que está ovado y eso hace caer su valor.
La hostelería, ese otro factor que también influye en los precios de pescados y mariscos, se está comportando de forma irregular. Por un lado hace acopio de producto, dado que no va a haber venta el viernes, pero, por otro, la misma alerta naranja por temporal en el litoral de A Coruña y Pontevedra que reducirá la oferta podría reducir la demanda, dado que la lluvia que trae esa borrasca impedirá poner terrazas y «eso hace que la gente que compraba mucho, ahora lo haga por la mitad», explicaba Santi Pesqueira, desde Pescados Cachadas, en el mercado de Pontevedra.
Contención en la hostelería
En Mariscos Emilio, con un puesto en esta última plaza de abastos, admiten que han notado esa retracción de los hosteleros. Restaurantes y hoteles «cogen poco o han cancelado encargos porque no abren o porque no tienen ellos tampoco clientes suficientes», explica el propietario del negocio. Además, los consumidores clásicos tampoco es que abunden demasiado, dice Emilio Martínez, que comenta que si hay un producto que triunfe es la cigala. Este es el marisco que más salida está teniendo entre particulares. La irlandesa se puede comprar, según el tamaño, a 30, 45 o 65 euros el kilo. La hay también a 70 euros, pero como resalta Martínez, es que esa cotización obedece a un tamaño XXL del producto.
En otro epicentro del turismo, como es Viveiro y su Semana Santa de interés turístico internacional, también se aprecia mayor afluencia en la pescadería. La de Covas, Peixería Grallal, ha triplicado sus ventas estos días. Y es curioso porque los turistas con segunda vivienda o que alquilan demandan, sobre todo, mejillón, que ha subido y se vende a 3,50 euros. Hay quien lleva percebe, que ayer, de tamaño mediano, vendía a 49 euros, «porque hai pouco, que o mar está moi malo» o almejas. El temporal también hizo escasear el choco (11,50 euros), que tiene tirón con los gallos (entre 9,50 y 12, según tamaño). Pero, sin duda, triunfa la merluza, que ayer tenía a 7,90 —de volanta y de entre 1,5 y 2,5 kilos de peso—. El éxito se debe a que les sale en A Mariña a mitad de precio que en Madrid.