Eurodiputados instan a complicar la «invasión» de salmón noruego para forzar a Oslo a acatar reglas
SOMOS MAR
La Comisión alude a sus poderes limitados e insta a las demás instituciones a que se impliquen para parar los pies a Noruega
15 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.No es la primera vez que los eurodiputados de Pesca del Parlamento Europeo espolean a la Comisión Europea para que cierre el mercado comunitario a los productos noruegos, en respuesta a los reiterados incumplimientos de los acuerdos pesqueros, sus decisiones unilaterales e, incluso, su desafío a los acuerdos internacionales. Y lo han vuelto a hacer, aprovechando la presencia en la última reunión de ese comité (PECH) de la funcionaria de la DG Mare (Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca) encargada de las negociaciones con Noruega y los Estados costeros, Eva Carballeira.
Tras exponer esta que la relación en materia pesquera con el país nórdico y otros estados costeros no es la deseada —especialmente desde el brexit—, destacó que se han percibido avances. Dijo que se han cerrado acuerdos en algunas cuestiones, que se está en el camino de buscar pactos a largo plazo, que las relaciones con Noruega van más allá de la pesca, que Oslo se ha comprometido a no poner en riesgo la diversidad con su bendición a la minería submarina, y que, a fin de cuentas, dentro del Consejo también hay diferencias políticas... Ahí los eurodiputados estallaron. Reprocharon al Ejecutivo comunitario su timidez en la respuesta a las «faltas de respeto», en palabras de la eurodiputada vasca de Renew Izaskun Bilbao. Esta no entiende cómo se permite que Noruega esté inundando el mercado europeo con su salmón, cambiando la cultura gastronómica de los países europeos, imponiendo la supremacía de sus productos pesqueros y dando preeminencia a su interpretación del Tratado de París y sus competencias en aguas de Svalbard sin que Europa no reaccione. «¿No vamos a hacer nada?», aleccionó.
Política del palo y la zanahoria
La ocasión de oro, recordó el popular español Gabriel Mato, habría sido ahora que sobre la mesa está la renovación del protocolo comercial pesquero en el marco del mecanismo financiero del Espacio Económico Europeo, que otorga ventajas arancelarias para la entrada de productos noruegos de la UE en los próximos 7 años. Era la oportunidad perfecta para presionar a Noruega y responder a sus desplantes, a juicio del popular gallego Francisco Millán, pero esa ocasión se ha perdido: «Creo sinceramente que la Comisión se ha equivocado concluyendo este protocolo», dijo. Mato reprochó la «tibieza» del Ejecutivo comunitario, que se limitó a enviar notas verbales de protesta, pero sin hacer nada más.
Como quiera que Carballeira, en su segunda intervención, aludió a que la Comisión tiene «los poderes que tiene», a que hay que usar todas las palancas al alcance y a que es preciso aplicar la política del palo y la zanahoria, los eurodiputados se indignaron más. Mato confesó abiertamente su decepción, explicando que a los pescadores comunitarios solo les llegan los palos, ninguna de las zanahorias y que si la Comisión admite que hay que utilizar todas las palancas, «utilícense», conminó.
La respuesta provocó incluso que Carballeira, gijonesa de nacimiento y gallega de formación —es licenciada por la Universidade de A Coruña—, abandonase el inglés para expresarse en castellano y lamentar «haber herido los sentimientos» del europarlamentario de origen canario. No obstante, insistió en que la Comisión tiene los poderes que tiene. Y el protocolo comercial, que se ha negociado en conjunto, está ahora en manos del Consejo y el Parlamento, que deben ejercer también sus palancas. «El barco ha dejado puerto y ahora está haciendo cabotaje entre Consejo y Parlamento», dijo la funcionaria aludiendo a la necesidad de recabar apoyo político.
La flota «pica» a Bruselas con la falta de sostenibilidad de Noruega
Si antes de que el Reino Unido se pasase al bando de los demás Estados costeros Noruega ya iba por libre en lo que a pesca se refiere, desde el brexit esa actitud agresiva contra la UE se ha exacerbado. Se apropió de parte de la cuota de bacalao de los comunitarios en aguas de Svalbard y se autoasignó la cuota de xarda que le vino en gana, denuncia el Consejo Consultivo de Aguas de Larga Distancia (LDAC) en un informe elaborado sobre las relaciones comerciales con Noruega al hilo del mecanismo financiero negociado para el período 2021-2028.
Esta actitud «no solo amenaza la competitividad de las empresas comunitarias, sino que genera gran preocupación sobre la sostenibilidad de las condiciones de la producción pesquera y acuícola de este país».
Por eso, en su informe, la flota comunitaria insta a aplicar a Noruega cláusulas introducidas en otros acuerdos comerciales que exigen un compromiso con la sostenibilidad social y medioambiental. Además, recuerdan que el sistema de preferencias arancelarias establece que se pueden anular las exenciones «si se produce una infracción grave y sistemática» de los pactos pesqueros suscritos con la UE en materia de conservación y gestión de los recursos, que es justo «lo que Noruega está haciendo».
Otra sugerencia es que la UE ponga fin a las exenciones fiscales a productos noruegos, como el bacalao, la caballa, el salmón que introducen en el mercado comunitario. Y como último punto, la flota subraya la importancia de que las futuras relaciones con se basen en un mandato «que tome en consideración la necesidad de que los productos noruegos de la pesca y la acuicultura sigan las reglas y normas internacionales».