El yate Renaissance, construido en Vigo, se exhibe en la Fórmula 1 en Mónaco
SOMOS MAR

La embarcación a la que dio forma Freire Shipyard ocupó la pole position durante el evento
28 may 2024 . Actualizado a las 08:00 h.Ya que la carrera fue aburridísima, «como siempre en Mónaco», que diría Fernando Alonso, el Gran Premio del Principado se convirtió este fin de semana en una especie de exhibición de poder y lujo apabullante en la que muchos se quedaron más embobados con los yates amarrados que con la victoria de Charles Leclerc, y eso que fue en casa. La competición de quién da más, sin embargo, la ha ganado la obra de un astillero discreto, para un cliente todavía más discreto. Más bien se conoce quién regenta su alquiler: la agencia con sede en Londres Burgess. El Renaissance, prácticamente recién echado al agua, buque insignia del naval vigués en los últimos años, se presentó con sus 112 metros de eslora para ocupar la pole position en un circuito que forma parte del Campeonato Mundial de Fórmula 1 desde 1950.
Hubo quien pensó que la embarcación, perdón yacht, Faith le haría sombra, pero no. La construcción de Freire era la más colosal en una lista en la que también figuraban el Seven Sins, el Lionheart o el Coral Ocean, de acuerdo a una lista publicada por la revista especializada Superyacht.
Ayer seguía allí, al igual que el crucero Evrima cuyas raíces también tienen que ver con el naval del sur de Galicia, aunque en su caso corrió otra suerte y acabó en Francia. El WayFinder, reparado por Armón, está en Cannes. Otra cita marcada por la publicidad.