Patrocinado porPatrocinado por

Avalan el despido del jefe de máquinas de un barco que dijo estar enfermo y dejó en su puesto a dos inexpertos

e. v. pita VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

Pesqueros atracados en el puerto de Vigo, en una imagen de archivo
Pesqueros atracados en el puerto de Vigo, en una imagen de archivo M.MORALEJO

La congeladora de Vigo quería que mantuviese frío el motor durante la descarga y tuvo que contratar a dos profesionales a 200 euros la jornada

01 jul 2024 . Actualizado a las 08:43 h.

El Tribunal Superior ha validado el despido de un jefe de máquinas de un congelador de Vigo que ganaba 10.000 euros de salario mínimo garantizado. Tras regresar de una marea de medio año en aguas del Atlántico Sur, desembarcó cuando el buque atracó en Vigo el 15 de diciembre del 2020.

Dijo haberse marchado por estar de vacaciones y luego por estar enfermo y soportar un gran dolor lumbar. Entre sus tareas estaba controlar el frío y el motor durante la descarga pero dejó en su puesto a dos marineros inexpertos, lo que obligó a la empresa a contratar a dos profesionales para que lo sustituyesen. Trece días después, el jefe de máquinas se dio de baja por incapacidad temporal por enfermedad común y en Nochevieja envió un email a la empresa para justificar su ausencia, que atribuyó a un accidente en la cubierta del barco durante las maniobras de atraque. Asegura que tras varios días de dolor lumbar lo atendió un médico el 28 de diciembre y lo dio de baja.

En febrero del 2021, el empleado recibió la carta de despido de la empresa Pesca Herculina S.A., que le atribuyó una falta muy grave por abandonar su puesto de trabajo cuando se encontraba realizando servicios sin previo aviso y sin justificación alguna, y por haber dejado al mando a dos marineros sin conocimientos ni formación en sus funciones. La empresa le reprocha que tuvo que contratar a dos profesionales para reemplazarle a 200 euros cada jornada. Por su parte, la dueña del buque, Freiremar, le acusó de ausentarse del barco.

El trabajador intentó declarar su despido disciplinario como improcedente. Aseguró que se bajó del barco en Vigo porque tenía autorizadas sus vacaciones a partir del 15 de diciembre, día que desembarcó. Sostiene que hizo llamadas a la empresa para avisarles pero de los que no han quedado registros. Considera que la verdadera causa del despido fue que él interpuso una denuncia contra otra empresa. Añadió que tardaron 2 meses en echarlo.

El Juzgado de lo Social número 7 de Vigo, en una sentencia del 2023, avaló la desvinculación laboral porque el abandono del puesto fue «precipitado». A la jueza le llama la atención que el trabajador tardase 13 días en ir al médico tras sufrir un accidente pero cree que lo hizo para pedir el parte de baja.

Lo ratifica la Sala de lo Social del TSXG en una sentencia del 14 de mayo. Ve una relación de causa-efecto entre el abandono del barco y el despido y su comportamiento encaja en faltas injustificadas de asistencia al trabajo «y no fueron pocos días».