La pesquería de «Dissostichus eleginoides» es altamente especializada, muy demandada en EE. UU., y en el pasado sirvió de trasfondo a episodios épicos de apresamientos y persecuciones
24 jul 2024 . Actualizado a las 00:44 h.El Argos Georgia era uno de los escasos palangreros que con licencia del Reino Unido para pescar merluza negra en aguas que administra la Convención para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida (CCAMLR). Solía faenar tanto en el entorno de las islas Georgia, las Sándwich y el mar de Ross. La de la merluza negra (Dissostichus eleginoides), también conocida como lubina chilena, austromerluza, bacalao antártico o róbalo de profundidad es una pesquería altamente especializada y estrictamente regulada que en el pasado fue trasfondo de episodios épicos de persecuciones y apresamientos en el Atlántico sur, muchos de ellos con barcos vinculados a capital gallego que ejercían la pesquería de forma pirata. Sin licencia y actuando bajo banderas de conveniencia que cambiaban a su antojo.
Historias como la del Viarsa, capturado y apresado en Australia después de una rocambolesca persecución de casi un mes por el sur del Atlántico, el del Lena o el del South Tomi, también capturados por Australia, o la del Camouco, tiroteado por las autoridades de la isla francesa de Reunión tienen como guion la pesca del Dissostichus eleginoides. Por eso no es casual que entre esos especialistas en la captura de esta especie haya gallegos, algunos incluso vivieron algunos de esos episodios.
Curiosamente, la merluza negra no es una especie que se consuma en Galicia. Ni siquiera en España. Es Estados Unidos el principal mercado, que importa la mitad de lo que se captura.