El kilo de este bivalvo se pagaba hace diez años a un euro; ahora alcanza los 17 euros, aunque el 95 % de la producción se exporta fuera de España
02 nov 2024 . Actualizado a las 11:07 h.El carneiro, también llamado escupiña, almeja vieja o bolo, es un molusco bivalvo de aspecto similar al berberecho pero más grande, que hasta ahora había sido en la ría ferrolana el hermano pobre de la almeja babosa o la vieira: «Hace diez años, el kilo de carneiro se vendía a un euro», explica el patrón mayor de Ferrol, Gustavo Chacartegui.
Una especie sin apenas demanda, que quedaba a la sombra de otros mariscos más cotizados. Sin embargo, pasado este tiempo, y en plena crisis del sector, el carneiro ha encontrado su nicho de mercado, y no es en Galicia precisamente, ni tampoco en España. El 95 % del producto que se captura en Ferrol es comprado por un intermediario de Moaña que a su vez lo envía a Italia.
Es en este país donde existe una gran tradición gastronómica de consumir el carneiro, tanto en crudo, como la ostra, como cocinado acompañado de pasta. «Allí en todas las cartas de los restaurantes lo tienen», explica Chacartegui, al tiempo que afirma que el interés por este marisco entre la restauración local es escaso. Por eso mismo, la cofradía de pescadores de Ferrol organizó hace unas semanas un taller degustación del bivalvo, en el que se saborearon recetas. «Había gente mayor que no lo conocía y que se sorprendieron con su sabor», destaca.
El pósito ferrolano trabajará para ponerlo en valor y tratar de que se introduzca poco a poco en los restaurantes locales y también en las casas particulares. Aun así, de momento esta especie no se comercializa en la tienda de la cofradía «porque apenas hay demanda, aunque si nos lo encargan, sí».
De Francia o Portugal
En Italia la producción de carneiro es escasa, por lo que se opta por importarlo desde Galicia, Portugal o Francia. Esta competencia a la hora de suministrarlo desde Ferrol es clave a la hora de subir o bajar los precios: «Cuando Francia y Portugal tienen la veda, y nosotros somos los únicos que lo cogemos, el kilo puede llegar a alcanzar los 17 euros, como ocurrió este pasado verano», explicó el patrón mayor ferrolano. Sin embargo, en la actualidad, cuando hay este molusco disponible en diferentes países, «se sitúa más o menos en la mitad, en torno a los siete euros el kilo».
Los mariscadores ferrolanos cogen el carneiro en la zona denominada como el canal de la ría, a unos 20 metros de profundidad, y ayudados por el raño. Las capturas están siendo diarias debido a este incremento del precio: «Ahora mismo todos van al carneiro», comenta el patrón mayor.
El plan de explotación que tienen en vigor y de forma conjunta las cofradías de Ferrol y Barallobre para la extracción de moluscos bivalvos en las zonas de libre marisqueo que comparten determina que cada tripulante puede capturar un máximo de 12 kilos cada jornada.
Talla comercial
Lo que sí ha variado es el tamaño mínimo que debe medir el carneiro para poder comercializarlo. Se empezó con 40 milímetros, ahora está en 42 y, según explicó el patrón mayor, la intención es aumentar a 44 el año que viene y a 45 en el 2026, con el fin de cuidar un recurso que parece que está en alza. Al ser una especie que está en profundidad, destacan desde el pósito que le cuesta más crecer.
El nombre científico del carneiro es Venus verrucosa, tiene las valvas gruesas, de forma casi circular, muy marcadas y formando surcos pronunciados. El color es, por lo general, pardo y habita en fondos de arena algo fangosos. Aunque Chacartegui matiza que en otras zonas como Francia o el sur de Portugal ya lo están recolectando en la zona intermareal.
Con la crisis de la almeja babosa, la cofradía ferrolana trabaja para poner en valor otras especies que de momento mantienen sus niveles de producción en la ría, como la almeja rubia, la zamburiña o la vieira. De hecho, los mariscadores tienen muchas expectativas puestas en el inicio de la campaña de la centolla, ya que este año se hará la venta directa desde la lonja de Curuxeiras.