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Ecologistas denuncian a España, Portugal y Francia ante la Comisión por permitir que su flota pesque en las 87 vedas de fondo

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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La asociación Bloom asegura que 306 barcos han faenado en las zonas acotadas por la existencia o posible existencia de ecosistemas marinos vulnerables y 152 arrastreros han trabajado por debajo de los 800 metros

18 ene 2025 . Actualizado a las 04:46 h.

La organización conservacionista Bloom asegura haber presentado el jueves una denuncia contra España, Portugal y Francia ante la Comisión Europea por no haber controlado a sus flotas, de las que dice tener pruebas de que han ejercido la pesca de fondo entre los 400 y 800 metros de las 87 áreas vedadas porque hay o podría haber ecosistemas marinos vulnerables y de que los arrastreros han faenado incluso a más profundidad de los 800 metros.

Bloom sustenta su acusación en los datos satelitales de las flotas pesqueras europeas, de las que inducen un «fenómeno de fraude masivo». Así, señalan que 306 barcos han sido identificados pescando en las 87 vedas y 152 arrastreros de fondo han operando por debajo de los 800 metros. Es más, apunta que un análisis detallado revela que hay 59 «infractores reincidentes», a los que tipifica de «súper defraudadores».

Según los cálculos de los conservacionistas, ya solo 33 arrastreros de fondo representan el 95% de las horas de pesca identificadas en aguas situadas a más de 800 metros de profundidad. Y más de la mitad (55 %) de esa actividad supuestamente ilegal «fue realizada por solo tres arrastreros de fondo portugueses semi-industriales», que citan con nombre y eslora.

Del mismo modo, Bloom asegura que 32 barcos acumulan la mitad de las horas de pesca que han constatado dentro de las 87 vedas y de nuevo tres barcos portugueses, los tres arrastreros de fondo semi-industriales, concentrarían casi el 20 % de esa actividad irregular.

Connivencia

Con nombre y eslora también señalan a los «súper destructores» del océano, barcos que, según Bloom, estarían implicados en actividades ilícitas. Con nombre y dos apellidos aparece el gerente de la empresa española que la organización conservacionista francesa sitúa a la cabeza de esos infractores, con un barco de 86 metros de eslora al que reprochan su «gigantismo».

Para la agrupación, está clara la complacencia tácita de los Estados de pabellón: «Aunque los Estados tienen la responsabilidad de controlar a sus flotas pesqueras, Francia, España y Portugal han elegido deliberadamente ignorar las actividades de las flotas que infringen las normativas, causando graves daños a ecosistemas sensibles». Y España, el peor, pues de las 3.500 horas de pesca ilegal en áreas protegidas que constatan, los buques españoles acumulan 1.769,  distribuidas en 428 incursiones realizadas por 183 buques.