Disculpas por no poder ir al homenaje del Villa de Pitanxo
SOMOS MAR
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La semana pasada fue larga, muy larga.
Aunque empezó rara al coger avión a las 13.20 y lo normal es cogerlo a las nueve o a las seis y media de la mañana, con el consiguiente madrugón. Pero en esta ocasión no tenía reunión hasta las 16.30. Al entrar en el avión lo hice hablando por teléfono, por lo que antes de poner el pie dentro del avión miré el asiento, siempre lo hago tres o cuatro veces porque nunca me acuerdo, y esta vez la lie.
Pues resulta que como iba hablando por teléfono, la pantalla de inicio del dispositivo no estaba activa y para buscar el asiento entré en la aplicación donde tengo los billetes, 14F. Buenos días de rigor y al llegar al sitio me pregunta la azafata cual es mi asiento, 14 foxtrot le digo.Subo la mochila, la maleta y el abrigo arriba y me siento, ventanilla como siempre. Estaba terminando de embarcar todo el mundo y llega un chico diciendo que estoy en su asiento, vuelvo a mirar el asiento y veo que estoy en el que me corresponde según el billete hasta que me doy cuenta de que estaba mirando el vuelo de vuelta. Después de las disculpas de rigor y hacer levantar al 14E y 14D le dejo sentarse y me dirijo al 12A que era el asiento que me indicaba el billete de ida.
¡Ups! el 12A está ocupado por una chica, le digo que ese es mi asiento y la chica me saca su billete, impreso y me muestra que el 12A es su asiento, busco a la azafata y la azafata me dice, señor este vuelo que usted esta viendo es de el 6 de febrero, el de la semana pasada cuando fui a la presentación de la ENA, Estrategia Nacional de Alimentación, con el ministro Planas y el presidente del Gobierno. Con la cabeza agachada busco el billete del 10 de febrero y veo que en realidad el asiento es el 10F, busco el maldito asiento rezando para que esté libre, soy el último en sentarme y ¡bingo¡, está libre. Es mejor madrugar para que no me pasen estas cosas.
Ya en Madrid asisto a la primera reunión de la comisión permanente de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes). En este mandato el presidente ha confiado en mí para estar en el área de presidencia.
El martes, ya en Madrid, asisto a una videoconferencia sobre las elecciones de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), empezamos con el período electoral. Después me voy a Marina Mercante para una reunión con la Organización de Productores Pesqueros del Puerto de Burela y luego me quedo con Ana Núñez, la subdirectora, para otra videoconferencia con el sector del bonito. Me voy corriendo a la oficina para la tercera videoconferencia con el grupo de trabajo de relaciones laborales del Consejo Económico y Social, empezamos un informe importante. Al terminar empezamos la primera reunión con la comisión electoral de la FNCP y al acabar esta, ratificación de los acuerdos con el ejecutivo.
Terminado el día y con hambre, pues aun no había comido, me fui al hostal a dejar la mochila de trabajo y bajo a cenar una hamburguesa, que ya eran horas a las nueve de la noche.
El miércoles tenemos el grupo de trabajo de la memoria y la ponencia en el VI Congreso Nacional de la Real Liga Naval Española. Comparto mesa con la secretaria general de Pesca, con Rosa Quintana y con Javier Garat. Terminada esta mesa me marcho hasta el hostal mientras voy escuchando una videoconferencia sobre transición energética.
El jueves toca madrugar para coger avión a Jerez de la Frontera, a mediodía tenemos reunión con el ministro. La sorpresa fue mayúscula al ver a la embarcación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, Río Arlanza. Menuda coincidencia, pensé, solo falta que estén abordo Manu y Fede. Llamo al segundo y no me responde y llamo al primero y me dice que sí que están los dos. Me voy al muelle a saludarlos, menuda sorpresa. Siempre me encanta ver al Tete, el patrón mayor de Sanlúcar, y en esta ocasión de regalo Manu y Fede. La visita es corta y después de estar con todos los amigos del Golfo de Cádiz a las cinco toca coger avión de vuelta para Madrid, a las ocho me toca presentar un atún.
Llegados a Madrid me voy a Casa Club Argo y presentamos el atún de 200 kilos que magistralmente ronquean dos muchachos de Balfegó. ¡Qué arte para diseccionar un pescado de este tamaño, y qué rico está lo que de ahí sale! Cansado y reventado llego al hostal a las once de la noche, porque toca volver a madrugar el viernes para coger avión para casa.
Ya en casa toca de nuevo vídeo con el grupo de relaciones laborales del CES y por la tarde presentación del video que la OPP del Puerto de Burela ha hecho sobre todos los actores que tiene este puerto. Hay que felicitar a Arracada y a la OPP por este magnífico vídeo, en él se representa perfectamente la vida del puerto de Burela.
Tengo que terminar este diario pidiendo disculpas a Maria José Pazo porque no poder ir al homenaje del Vila de Pitanxo, un problema de última hora me lo impidió, y aunque la llamé para decírselo, quiero hacerlo también en público.
No me queda nada más que desearos una feliz semana, comiendo pescado, siendo sanos y felices.