Empate técnico entre los eurodiputados de Pesca sobre si castigar o no a Noruega
SOMOS MAR
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La mitad de la Comisión de Pesca de la Eurocámara votó a favor de rechazar el acuerdo para permitir entrar determinada cantidad de pescado libre de aranceles y la otra mitad prefirió seguir adelante y romper si la contraparte muestra mala fe
20 feb 2025 . Actualizado a las 04:55 h.«Oh, la, la!» Al secretario de la Comisión de Pesca del Parlamento le salió de natural la típica expresión francesa cuando comprobó el resultado de la votación de los eurodiputados: 13 a 13. Un empate técnico que dejó noqueados a los políticos y todavía más a los funcionarios, que no tuvieron más remedio que tomarse su tiempo para resolver la cuestión.
Que no era una votación al uso, lo advirtió desde el primer momento la presidenta de la Comisión, Carmen Crespo. No se trataba de decir a favor o en contra, como es habitual. Ocurre que los diputados acordaron enviar su informe de opinión sobre el acuerdo de la UE con Noruega e Islandia que les permite introducir pescado sin aranceles en el mercado comunitario en forma de carta. Pero para la epístola había dos despedidas diferentes, una con más drama que la otra. La opción uno para ese desenlace era la ruptura: manifestar la desaprobación del protocolo e instar el rechazo al mismo. Y quien apoyase esa resolución tenía que pulsar el botón verde. La segunda opción pasaba por seguir adelante con el acuerdo, pero especialmente vigilantes sin dudar en recurrir a sanciones comerciales si no colabora de buena fe. Era el botón rojo el que había que pulsar si se prefería esta medida más tibia.
La mitad pulsaron verde y la otra mitad rojo. ¿Solución? El primer impulso del secretario —al margen del ese ¡Oh, la, la!— fue sugerir que no se enviase esa opinión en forma de carta. Pero hubo diputados a los que no les pareció normal la solución. «No es que no tengamos opinión, la tenemos, aunque hay división», expuso el español Gabriel Mato, que sugirió una segunda votación para deshacer el empate. La propuesta dio pie a réplicas —algunas ridiculizado y otras apoyando su sugerencia— sobre la idoneidad de repetir la encuesta y abrió un debate entre izquierda y derecha. «No tiene sentido repetir la votación porque seguiríamos votando lo mismo, a no ser que el PP piense que lo va a apoyar ahora la extrema derecha», espetó el gallego González Casares a Mato. El popular devolvió el golpe haciendo ver que la izquierda no tiene quién le apoye.
Al margen de las puyas políticas, otros eurodiputados, más pragmáticos, hicieron ver que repetir la votación sentaría un «precedente peligroso» para futuros empates en la comisión.
Finalmente, y con el asesoramiento de la secretaría de la Comisión, se acordó enviar el informe de opinión en forma de carta. Con los dos desenlaces. Con la ruptura y con la continuidad. Con la salida drástica y con la solución tibia. Eso sí, la misiva tendrá pos data: el resultado de la votación, 13 a 13.