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Alarma ambiental por los incendios de un petrolero y un carguero con cianuro de sodio que chocaron cerca de la costa británica

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ, AGENCIAS

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Reino Unido se prepara para combatir vertidos en el mar del Norte, donde buscan a un tripulante tras rescatar a otros 36 del Stena Inmaculate y del Solong

11 mar 2025 . Actualizado a las 14:40 h.

Al nordeste del Reino Unido, en el mar del Norte, frente a Yorkshire, seguían incendiados anoche un petrolero con bandera de EE.UU. cargado con queroseno para aviones militares y un portacontenedores con pabellón de Portugal que, entre otra carga, transportaba 15 contenedores de cianuro de sodio químico. Por causas sin aclarar, este último, el Solong, colisionó contra el Stena Inmaculate, que estaba fondeado. Anoche faltaba un tripulante, del buque portugués, y los otros 36 habían sido rescatados sin lesiones relevantes. A la espera de cómo acaben los barcos, el impacto de los vertidos alarmaba.

Guardacostas del Reino Unido desplegó medios aéreos y marítimos desde que minutos antes de las diez de la mañana del 10 de marzo trascendió el choque. A medida que pasaron las horas distintas fuentes coincidían en que el carguero portugués de 140 metros de eslora había embestido al petrolero estadounidense de 183. Tras el choque, al sucederse incendios y explosiones, los 23 tripulantes del Stena Inmaculate lo abandonaron. Igual que a otros 13 del Solong, los recogieron embarcaciones de auxilio y los trasladaron a puerto. A última hora de la tarde se supo que buscaban a uno del navío luso que no había sido localizado.

Cuando comenzaron a difundirse vídeos y fotografías, las llamaradas y las columnas de humo indicaban la gravedad de un siniestro que sucedió a unos 20 kilómetros de la costa, en una zona transitada al noroeste del Canal de la Mancha. Remolcadores de distintos tamaños preparados para la extinción de incendios y para combatir la contaminación marina trataron de sofocar las llamas. A media tarde, los geolocalizadores permitían contar hasta 15 en el entorno de los mercantes, pero a una distancia de seguridad de algo más de tres kilómetros. Pasadas las nueve de la noche, parte de ellos se dirigían al puerto de Grimsby. Otros continuaban en la zona, escoltando a los buques accidentados.

Desde Downing Street, un portavoz del Gobierno británico calificaba lo sucedido como «extremadamente preocupante», aunque coincidía con Greenpeace Reino Unido en que era pronto para saber el alcance del daño medioambiental.

Alrededor de mediodía, la empresa Crowley, gestora del Stena Inmaculate, confirmaba que había perdido parte del combustible que transportaba para aviones del Departamento de Defensa de Estados Unidos. A media tarde se hacía público que, según Lloyd’s List Intelligence, a bordo del Solong había 15 contenedores de cianuro de sodio químico, considerado altamente tóxico en determinadas circunstancias, así como una cantidad indeterminada de alcohol. Al cierre de esta edición los barcos seguían a flote, con lo que quedase de sus cargas y con el carburante que cada uno emplea para propulsarse.

Varios departamentos del Gobierno británico se prepararon para intentar responder al estado en el que amanezcan los buques este martes y, sobre todo, a la posible contaminación, que dependerá de factores como la reacción del cianuro si entra en contacto con el mar y el derrame del queroseno o del combustible de los mercantes incendiados.