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Trabajar y defender a la profesión da más frutos que criticarla

Germán de Melo Rodríguez PRESIDENTE DEL COLEGIO DE OFICIALES DE LA MARINA MERCANTE ESPAÑOLA

SOMOS MAR

MARTINA MISER

16 abr 2025 . Actualizado a las 09:54 h.

Como Presidente del Colegio de Oficiales de La Marina Mercante Española (COMME), me veo en la obligación de responder al artículo publicado por José Vicente Domínguez en La Voz de Galicia el pasado 14 de abril de 2025, titulado Marginación de los marinos mercantes, criticando duramente a las instituciones que trabajamos en defensa del marino mercante.

En primer lugar, quiero manifestar que comparto, en esencia, la base de su queja: los marinos mercantes españoles han sido históricamente marginados. Primero por la dictadura, luego por los sucesivos Gobiernos democráticos e incluso otras instituciones, que han utilizado en varias ocasiones su posición de poder para obstaculizar el desarrollo institucional y profesional del marino mercantil. Esta es una realidad que no podemos ni debemos ignorar.

Sin embargo, en su artículo, el señor Domínguez acusa al COMME —el único colegio oficial que representa a los marinos mercantes en España— de ineficacia, lo que demuestra, por desgracia, un profundo desconocimiento de lo que la institución ha hecho y sigue haciendo por nuestra profesión.

El COMME ha sido clave en hitos fundamentales para el sector, como la creación de la Administración y del Cuerpo Especial Facultativo de la Marina Civil, el impulso inicial de Sasemar (la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo) y muchas otras iniciativas orientadas a la defensa del marino mercante.

Es evidente que los intereses que han frenado nuestro progreso como colectivo aún existen. Y es precisamente por eso que el Colegio es más necesario que nunca. El COMME es —aunque algunos no estén colegiados— la institución que nos representa a todos y que actúa como escudo ante esas presiones externas. Y si no avanzamos más rápido, no es por falta de voluntad, sino porque necesitamos más unidad, más participación y menos descalificaciones injustificadas.

Quiero también dejar claro que el verdadero progreso de los marinos mercantes españoles no depende exclusivamente de factores externos, sino también del compromiso individual y colectivo con la defensa activa de la profesión. La crítica es legítima cuando es constructiva y se acompaña de propuestas. Pero cuando se convierte en un ejercicio sistemático de queja sin acción, no contribuye a la solución: la dificulta.

Coincido plenamente con José Vicente Domínguez en que debemos impedir que otros colectivos se apropien de nuestras competencias y de nuestros puestos de trabajo. Pero para lograrlo no basta con denunciar el problema: hace falta trabajar desde dentro, fortalecer nuestras estructuras, y sumar en vez de restablecer.

Por todo ello, invita públicamente al señor Domínguez a acercarse a su colegio, a conocer en detalle todo lo que hacemos y los proyectos que tenemos en marcha. Estoy seguro de que, con su experiencia y compromiso, podría aportar mucho más desde la acción conjunta que desde la crítica externa.

Solo desde la unión, el trabajo serio y la defensa firme podremos hacer valer lo que nuestra profesión y nuestra sociedad merece.