Los pescadores recreativos no podrán capturar ni un besugo en todo el noroeste
SOMOS MAR

Sí les permiten coger bonito, patudo o atún rojo y quedárselos
02 may 2025 . Actualizado a las 12:27 h.Tan delicada es la situación del besugo (ollomol en gallego) que a los pescadores profesionales solo les permiten capturar el que cae accidentalmente en sus aparejos, con límites por barco y día. Los recreativos pasaron de poder pescar una pieza al año en el noroeste a tenerlo prohibido en siete espacios vedados en el Cantábrico, entre la zona coruñesa de Cariño y la vasca de Mundaca. En cuanto entre en vigor la nueva norma que regula la pesca recreativa en aguas exteriores, los aficionados no tendrán opción a coger ni a quedarse con ninguna pieza de un apreciado pescado que en las lonjas gallegas cotiza este año a más de 27 euros el kilo, sin el 10 % de IVA ni tasas de alrededor del 3 %.
Decenas de especies de peces y algunas de cefalópodos están autorizadas a los titulares de licencias de pesca marítima recreativa, tanto para las individuales como para las de embarcaciones particulares o de alquiler. Acceder a las de protección diferenciada requiere de un permiso específico e incluye obligaciones como declararlas.
Entre estas últimas, el besugo. Ahora a consulta, el reglamento elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación prohíbe cogerlo a los aficionados porque «la totalidad de las posibilidades de pesca se encuentran repartidas entre la flota profesional», exclusivamente para capturas fortuitas. De los 85.000 kilos asignados a España este año, a la flota de litoral le dan entre 50 y 70 kilos por barco y día; y a la de Gran Sol, 20. Ni un solo ejemplar para los recreativos en Galicia y el resto del Cantábrico, ni en el Atlántico, aunque en el mar de Alborán consiente uno por persona y día.
Cinco piezas al día
Los aficionados sí tienen opción a pescar y llevarse a casa hasta cinco ejemplares diarios de bonito (atún blanco) o de atún patudo, con un límite de 20 piezas por embarcación. Sobre el papel, están obligados a hacer todo lo que esté en sus manos para intentar devolver vivos al mar los atunes rojos que piquen en sus anzuelos. Si no consiguen salvarlos, les autorizan una pieza por marea, con un máximo de dos entre el 16 de junio y el 14 de octubre, período en el que el ministerio les reserva casi 38.000 kilos.
El pez espada continúa vetado para los recreativos, igual que la merluza en el Atlántico y en el Cantábrico. De acuerdo con la nueva norma, el ministerio les autoriza la captura de aguja blanca y de aguja picuda, así como de marlín y pez vela, pero con la condición de que los liberen, devolviéndolos al mar.
Las reglas cambian para los aficionados que pesquen en aguas exteriores españolas a bordo de embarcaciones con banderas de otros países. Aparte de que tampoco podrán coger besugo, merluza y pez espada, el resto de las especies de protección diferenciada deberán soltarlos, sin posibilidad de retenerlos a bordo ni de desembarcarlos.