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Perlas y salsa picante con sabor atlántico

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

M.MORALEJO

La empresa del vigués Sergio García lanza al mercado con su marca Capitán Alga dos productos nuevos elaborados con alga codium mientras avanza en el proceso para cultivar en sus propia praderas marinas

10 jul 2025 . Actualizado a las 09:07 h.

Hay actos aparentemente inocuos que marcan el futuro sin saberlo. El padre del vigués Sergio García le tiraba algas cuando aprendía a nadar en la playa de Liméns para que las sorteara y perfeccionara su estilo. Hoy es un empresario que tiene en vistas revolucionar el mercado que crece en la azules praderas marinas. Y la que no crece, se puede cultivar mediante plantaciones como en la agricultura en tierra.

García fundó hace nueve años HQ Seaweed, compañía con la que en el 2020 ya estaba exportando 25 toneladas de algas gallegas a Francia, Italia y Países Bajos. El emprendedor responsable de la marca comercial Capitán Alga prevé actualmente comercializar 18 toneladas de algas comestibles cultivadas en la zona de Cangas y Redondela. Se trata de un proyecto experimental para producir la macroalga autóctona kombu o kelp de azúcar (Saccharian latissima) en polígonos de bateas, muy demandada por los japoneses para caldos y ramen.

«En septiembre vamos a hacer una parte de una variedad que ya estamos preparando en nuestras instalaciones en el puerto de Vigo. Tenemos un proyecto con la Universidad de Canarias y la de Vigo y queremos implantarlo en el mar, con un sistema flotante, este otoño», cuenta. La cuestión del cultivo está en una fase inicial, «pero me gustaría hacer una gran explotación marina de algas. De hecho, acabamos de montar unos testigos para analizar si hay una de muy alto valor económico debido a su demanda, que es el alga nori».

Sergio García piensa también en la diversificación y en la economía, de forma que no solo se críe mejillón, «que está por todas partes a reventar y encima estamos depositando en el fondo marino muchos nitritos, que no es saludable para el ecosistema», advierte. Su empresa está en pleno puerto de O Berbés y eso también da para una reflexión: «Es algo curioso porque aquí todo el producto es marisco y pescado, y somos la primera empresa que estamos aquí con algas. Mientras la pesca está bajando y los armadores se están yendo a otros caladeros, de repente aparece un nuevo producto en el puerto que representa el cambio», valora.

Mientras no hay cosecha propia, HQ Seaweed sigue recogiendo especies salvajes en las Rías Baixas como la wakame (la más abundante en esta zona), kombu, codium y espagueti de mar, este último, en peligro de extinción en la ría. «Para mí es uno de los mejores frutos que tenemos en Galicia por su textura carnosa y su sabor, que no es tan marino o salado, pero realmente está en retracción», lamenta.

La introducción de las algas en el sector alimentario, tanto para el cliente doméstico como para hostelería, sigue en crecimiento. «Estamos haciendo productos nuevos con profesionales, uno de ellos es una salsa picante de pimientos de Padrón, que unos pican y otros no, pero en este caso pican todos», advierte. «Es como un tabasco que lleva algas codium, que son muy salinas y esa salinidad aporta una experiencia gastronómica en el paladar al picante que es otro nivel», asegura. Todavía no han hecho un lanzamiento por todo lo alto «porque no hemos podido mostrarla como nos gustaría, estamos pendientes de que se vea mucho más, pero es un pepinazo de producto», afirma. Otro que también es novedad son las perlas, también de codium, que acaban de ganar un premio en la plataforma Gastromovida. «Las hemos licuado y las hemos puesto en una bolita, que, cuando la comes, si la acompañas de una vieira o, de un marisco, es una explosión marina, porque lo que hace es potenciar el sabor de mar, es como el sabor de percebe, con toques salinos», explica.

La labor ejecutiva no impide a Sergio García seguir yendo a colegios a dar charlas o ponerse el neopreno y las gafas de esnórquel para bajar al agua. «Tengo restaurantes que me piden todos los lunes algas. Y la quieren fina, y tierna, y no muy grande porque si no, en su plato no se hace. Me he ido a comer a sus locales y sé qué plato hacen. Cuando voy al agua sé que lo que me pide Hugo, lo que quiere Carlos o lo que prefiere Pepe Solla», afirma.

Un poco de historia

Pioneros. Alfonso Ozores Saavedra, Señor de Rubianes y Marqués de Aranda fue el propietario de Viveros del Rial, una de las pocas empresas gallegas dedicadas al engorde de moluscos. Estos viveros los tenía más por tradición y herencia familiar que por negocio. Hay documentos, del siglo XVII, de como sus nobles antecesores, enviaban moluscos a la Corte madrileña. Eso es el pasado. En el futuro está Capitán Alga, distribuidores a nivel mundial de algas comestibles deshidratadas, en salazón, congeladas y frescas salvajes. Exporta 50 toneladas a granel al año a toda Europa y acaban de abrir mercado en Reino Unido y Alemania.