Las pescaderías piden que se exima de la facturación electrónica a un sector envejecido
SOMOS MAR

Invocan la brújula de competitividad de la Comisión Europea y dicen que no se puede exigir lo mismo a las microempresas que a las multinacionales
15 jul 2025 . Actualizado a las 04:46 h.La patronal de las pescaderías tradicionales (Fedepesca) ha solicitado por escrito a la Agencia Tributaria que este tipo de negocios, básicamente microempresas, sea exonerado de la aplicación, el próximo año, del sistema Verifactu o facturación electrónica. Consideran que este sector es demasiado vulnerable como para asumir más carga burocrática después de las ya numerosas exigencias administrativas implantadas en los últimos años y las subidas de los costes salariales y de gestión de estos comercios. Invocan la brújula de competitividad de la Comisión Europea, que recoge la necesidad de aligerar las exigencias para las microempresas, a las que, aseguran, no se les puede exigir lo mismo que a las multinacionales.
Fedepesca recuerda que las alrededor de 6.000 pescaderías adscritas tienen una media de dos trabajadores por cuenta ajena y dos autónomos (matrimonios en muchos casos), que además van a jubilarse y sus pescaderías, salvo casos concretos, «no van a traspasarse» por falta de relevo generacional.
Más gastos
Por eso que la entrada en vigor del Verifactu —para el 1 de enero del 2026 para sociedades y el 1 de julio para personas físicas—, está «suponiendo para muchos de ellos el detonante definitivo para plantearse la jubilación anticipada, pues la norma conlleva nuevas inversiones y gastos periódicos», aseguran desde Fedepesca.
Así, la patronal señala que la inversión en básculas que estén conectadas a un sistema informático de facturación que cumpla con los requisitos del programa «es costosa y no dispone del músculo financiero necesario». Otras soluciones, como la instalación de Terminales Punto de Venta (TPV) conectados a las básculas «son complicadas y en la práctica, no factibles» en un entorno en el que se trabaja con pescado fresco, agua y hielo. Lo complica más que sea un sector muy envejecido y con dificultades para asumir la adaptación tecnológica y el hecho de no tener departamentos contables, financieros o informáticos, sino una simple gestoría. Fedepesca subraya que la hiperregulación le supone un coste anual de 10.550 euros y todo cuando Europa alienta la simplificación burocrática.