Un yate estuvo a veinte metros de irse contra las rocas del espigón de Corcubión, que el dueño de la embarcación niega
SOMOS MAR

Según el patrón, en el momento de activarse la alerta no había personas a bordo del barco y en ningún momento hubo riesgo de colisión contra las piedras
25 jul 2025 . Actualizado a las 21:53 h.Un incidente con una embarcación de recreo que estaba fondeada en Corcubión requirió ayer la intervención de Gardacostas.
El navío estaba garreando su ancla por el fuerte viento y se acercaba peligrosamente a las piedras del espigón corcubionés cuando llegó el aviso al Centro Coordinador de Salvamento de Finisterre, que enseguida solicitó la colaboración urgente de Gardacostas de Galicia. La entidad movilizó entonces la embarcación auxiliar de rescate de la patrullera Mar de Galicia, que en esos instantes navegaba por la zona.
Los rescatadores alcanzaron al navío en apuros cuando este estaba a escasos veinte metros de colisionar con las piedras. Dado que este no era capaz de recuperar su ancla por sí mismo, la embarcación de auxilio prestó asistencia en la maniobra.
El barco en cuestión se trata de un yate a motor, de bandera española y de nombre Suiden. En el momento del incidente había en su interior cinco personas, todos ellos miembros de una misma familia. Tras ser auxiliada, la embarcación consiguió navegar por sus propios medios.
Esta versión facilitada por emergencias no se corresponde con la facilitada por el titular de la embarcación. Según su versión trasladada a La Voz en la mañana de este mismo viernes, tanto él como su familia se encontraban en tierra, y no en el yate, y que sobre las seis y media de la tarde de ayer, jueves, recibió una llamada de Salvamento Marítimo en la que se alertaba de que el yate garreaba, es decir, el ancla, como consecuencia de la acumulación de lodo y algas, no agarraba bien en el fondo y la corriente y el viento empujaban el barco hacia fuera de la ría de Corcubión, «paralelo al muelle». Según el dueño del yate, una persona vinculada a Salvamento Marítimo le ayudó a fijar la embarcación al fondo, «pero en ningún momento hubo riesgo de que el barco se fuera contra las piedras». Tampoco que en el momento de activarse la alerta hubiera personas a bordo de la embarcación». Esta persona aprovechó para agradecer el apoyo logístico trasladado desde Salvamento Marítimo.