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La flota del langostino vuelve al mar en Argentina tras 4 meses de conflicto

cecilia valdez BUENOS AIRES / E. LA VOZ

SOMOS MAR

Xunta

Los trabajadores aceptan reducirse el salario un 9 % y cobrar más en variable

02 ago 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

Después de cuatro meses de conflicto, y cuando ya casi se daba por pérdida la zafra (campaña), empresarios y sindicatos de la flota tangonera —en su mayoría vinculada a capital gallego— han llegado a un acuerdo que supondrá el pistoletazo de salida para la temporada del langostino. Las empresas gallegas celebraron la decisión.

El pacto entre el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y las patronales Capeca, Capip y CEPA, pasa por cambiar la estructura de la remuneración, de forma que, sobre un 30 % del salario de los trabajadores, los empresarios deberán cotizar, pero el 70 % restante queda exento. Esto, sumado a la reducción del 9% en la remuneración de los trabajadores, significa un ahorro del 10% en el coste laboral.

Porque ese es otro de los compromisos alcanzados: recortar un 9 % el salario, así como revisar y actualizar los costes laborales en el 2026, cuando las cámaras presenten los resultados y el balance real de cada empresa. Este último punto fue una de las demandas en la que más insistieron los sindicatos a lo largo de todo el conflicto: conocer los números en base a los cuales las distintas compañías alegaban estar en crisis o trabajar a pérdidas. El SOMU, en su comunicado, habla de una «concesión de los trabajadores» y celebran que los empresarios no hayan logrado la reducción del 30 % que pretendían aplicar a los salarios al inicio de la negociación. «Este acuerdo supone una concesión por parte de los trabajadores, quienes desde un principio manifestaron con firmeza su rechazo a cualquier tipo de reducción salarial», exponen los representantes de los trabajadores. El sindicato explica que la decisión de ceder se tomó para «no poner en riesgo la temporada laboral», aunque deja entrever que también es fruto de las presiones de medios de comunicación alineados con los intereses empresariales para generar un escenario de tensión y desgaste.

Las empresas que administran barcos del langostino aplaudieron una definición que, en palabras de Eduardo Vieira, «supone que 50 barcos gallegos vuelvan a faenar, ya que el langostino es la principal especie que pesca esta flota en Argentina», explica el responsable de una empresa que opera desde hace 30 años en el país austral.

Revalorizar el producto

«Es importante destacar que, aunque este acuerdo no garantiza la viabilidad total del negocio, sienta las bases para un diálogo constructivo y razonable con las entidades administrativas y sindicales», destacó Mauro Zamboni, directivo de Argenova, una de las mayores empresas pesqueras gallegas de Argentina. Este sostiene que hay un compromiso de «poner en valor el langostino salvaje y austral, asegurando que su precio en el mercado refleje su calidad y sostenibilidad». Porque esa es otra arista de la crisis: la fuerte competencia que ejerce el langostino de cultivo, el vannamei.

Según el portal Revista Puerto, se estima que en este lapso de tiempo se dejaron de pescar alrededor de 60.000 toneladas de langostino, aunque aún quedan por delante los meses de agosto y septiembre. «Es un conflicto que se ha alargado demasiado, pero hemos conseguido entre todas las partes que la pesquería pueda volver a ser rentable y, por lo tanto, que al largo plazo tengamos mayor seguridad», concluye Vieira.