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Los mariscadores vuelven a faenar  en la ría de Muros-Noia, donde la toxina impide sacar mejillón de dos zonas

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

SOMOS MAR

Mariscadores a pie de Muros en la playa de Anido
Mariscadores a pie de Muros en la playa de Anido Manuel Candamo

Los profesionales de a pie aguardaron en la playa de Anido hasta que, a media mañana, llegó el informe favorable de Intecmar

26 ago 2025 . Actualizado a las 19:12 h.

A pie de playa en Anido, desde poco antes de las diez de la mañana, un grupo de mariscadores de a pie aguarda. Llevan puesto el traje de neopreno y tienen rastros, flotadores y capachos al lado, pero están en tierra. Esperan impacientes el resultado del último muestreo del Intecmar para saber si podrán meterse en el agua para faenar o si, por el contrario, por segundo día, la toxina les obligará a marcharse a casa de vacío.

La ansiada comunicación llega al filo de las once y media de la mañana, lo indica la presidenta del colectivo, Adela Lestón, quien transmite la buena noticia de que la marea roja ha remitido. En compensación por la hora y media de trabajo perdido, desde el pósito se adopta la media de prolongar un poco la jornada. Tampoco en exceso, comenta el secretario, José Antonio Rama, porque si la subasta se demora demasiado los compradores no acuden.

Menos suerte tienen los bateeiros, porque el cierre por toxina decretado por el Intectmar el pasado día 23 continúa activo. Afecta a los polígonos de bateas B y C. El primero es el más importante de ellos porque concentra el 90 % de las estructuras.

Por tanto, el sector tendrá que seguir aguardando para poder extraer el molusco. En la ría de Muros-Noia los episodios prolongados de toxina que afectan a las bateas suelen ser bastante habituales en esta época.

Buena campaña

Por lo que respecta a los mariscadores muradanos, la campaña está resultando muy favorable en cuanto a precios. El cierre, hasta el pasado 15 de agosto, de una zona portuguesa de alta producción de berberecho mermó la entrada de este molusco desde el país vecino y la cotización del capturado por los muradanos se vio notablemente favorecida.

En la subasta del día 12, el bivalvo llegó a los 15,31 euros el kilo y el valor medio se sitúo en los 12,32. Para aprovechar el tirón, indican desde el pósito, el tope se subió a 10 kilos. En la cofradía reconocen que la entrada de molusco foráneo está teniendo un importante impacto.

Pese a ello, los valores medios se han situado en la franja de los nueve euros.

La especie más abundante en las concesiones es la almeja japónica, que también ha tenido buenas cotizaciones máximas entre los 16 y los 13 euros el kilogramo. También se ha pagado el ameixón, con pujas en las que se han alcanzado valores de 17 y 16 euros el kilogramo.

Los mariscadores decidían ayer si se abre el plan conjunto de Muros y Noia en Esteiro o si prosiguen en los bancos actuales.