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Una red de furtivos que sustraen semilla de almeja sitúa en máxima alerta a los parquistas de Carril

Serxio González Souto
S. González VILAGARCÍA / LA VOZ

SOMOS MAR

Parquistas de Carril trabajando (foto de archivo)
Parquistas de Carril trabajando (foto de archivo) Martina Miser

La Policía Nacional ha identificado a dos y los productores advierten que «o máis grave é quen lles merca»

30 ago 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

La siembra de almeja constituye la principal actividad que alimenta la vida económica de O Carril, en Vilagarcía de Arousa. No es extraño, en estas circunstancias, que quienes se encargan de su cultivo expresasen ayer su más profunda preocupación ante la irrupción de una red que apunta directamente al hurto de la semilla del valioso molusco.

El detonante surgió en la madrugada del jueves, cuando el vigilante de la cofradía observó a dos individuos que se movían entre las concesiones. El hombre alertó inmediatamente a la Policía Nacional, una de cuyas patrullas acudió a la zona. En cuanto los dos sujetos pusieron un pie fuera de la arena fueron interceptados e identificados por los agentes. Ninguno de ellos llevaba un gramo de producto encima. A la mañana siguiente, sin embargo, los mariscadores hallaron en los parques bolsas repletas de almejas y fango, además de un par de raños a los que alguien había añadido una rejilla «para non deixar que pasase nin a area», subraya uno de los afectados por la tentativa de hurto.

Javier Quintáns, el patrón mayor de O Carril, confirma que el botín que los dos sujetos estaban a punto de llevarse con ellos era voluminoso: «A pesada indicou que estaba por riba dos cen quilogramos. Esas bolsas contiñan de todo, cunchas, algas e ameixas, pero sobre todo semente. Iso é o que máis nos preocupa, porque se rouban ameixa é porque alguén a merca», subraya el máximo representante de la cofradía.

En esta preocupación Quintáns coincide con el presidente de la Organización de Productores Pesqueros (OPP-89) Parquistas de Carril. Por la información que ha podido recabar, José Luis Villanueva calcula que este grupo está formado por cuatro o cinco personas, alguna de ellas con un perfil violento. «Polo que sabemos, son xente que mesmo ten problemas de drogadicción. Eles non teñen nada que perder, de aí que non lles importe que os vexan e os collan nos parques», asegura, para llevar la cuestión un paso más allá: «Quen si ten moito que perder, e iso é o máis grave, é o parquista que lles merca a semente. Porque o que si temos claro é que a cría só lle pode interesar a alguén que a vaia cultivar». Villanueva considera imprescindible incrementar la vigilancia para desactivar esta red.