La toxina reduce a nueve los polígonos de los que se puede extraer mejillón
SOMOS MAR
La marea roja, causada por 3 especies de lipofílicas, está aún en fase ascendente
15 nov 2025 . Actualizado a las 04:45 h.De los 50 polígonos de bateas que hay en Galicia, actualmente solo se puede extraer mejillón en nueve de ellos, dos en las rías de Ares-Betanzos, seis en Arousa y el único que hay en Camariñas. El resto de las rías en las que se cultiva mejillón están completamente afectadas por un episodio de toxinas lipofílicas (diarreicas) que ha paralizado la actividad en el 82 % de los viveros gallegos. Así, todas las bateas de Muros-Noia, Pontevedra y Vigo, así como el único polígono que hay en Baiona, están cerrados a la extracción y podrían estarlo todavía por bastante tiempo.
La directora del Intecmar, Covadonga Salgado, explicó que la marea roja actual —un fenómeno «natural», apostilla— está provocado por la presencia simultánea en las rías de tres especies de fitoplancton que causan toxina lipofílica. Del episodio se han librado los polígonos de bateas de ostra, que permanecen abiertos tanto en Arousa como en la ría de Vigo, pero también ha afectado a los moluscos infaunales de los bancos naturales de Pontevedra y Vigo. En la primera ría están cerradas cuatro de las siete zonas de extracción de almeja y berberecho, y en la viguesa solo queda una abierta de las seis que hay.
Salgado también confirma la impresión que habían confesado los bateeiros: que iba para largo, dado que había células tóxicas muy al fondo de la columna de agua. La directora del Intecmar no lo dijo con esas palabras, pero admitió que la marea roja todavía está en fase ascendente: «No hemos llegado a la cima del episodio en cuanto a fitoplancton tóxico», aseguró. Será entonces cuando se llegue a ese pico, el momento en el que «se podría empezar a notar un descenso de la toxicidad, porque las toxinas se van metabolizando, se van degradando y los moluscos se autodesintoxican de manera natural y vuelven a ser aptos para el consumo», comenta.
De semanas a meses
Ahora bien, ¿cuándo llegará ese momento? Pues pueden transcurrir semanas en unos casos, y demorarse meses en otros, aventura la directora del Intecmar. «Meses en las zonas más exteriores de las rías» y «semanas en las zonas más interiores en donde los niveles de toxicidad que se alcanzan son menores», comenta Salgado.
El sector bateeiro está acostumbrado a convivir con estas mareas rojas. Sobre todo con las que acuden a su cita habitual, como es este episodio de otoño. Puede incluso que hasta venga bien para que engorde el mejillón, a fin de cuentas, aunque tóxico, es alimento para el mejillón. Ahora bien, su principal preocupación ahora es que «para as poucas bateas que están abertas, non está habendo vendas», aseguran bateeiros arousanos. No está saliendo ni para fresco ni para fábrica, dicen. Lo vinculan a la anomalía que han apreciado este año, al menos en Arousa: «O mexillón estaba ben de cuncha, pero non tiña carne». Y los mercados se han cansado «de comprar so cuncha», según esa teoría.
Los mejilloneros no aciertan a explicar qué ha sucedido este año. Tienen la sensación de que ha sido un ejercicio de los que se definirían como normal, con los vientos del norte habituales, con los episodios tóxicos «en su sitio» y las lluvias acostumbradas... Y, sin embargo, «o mexillón non engordou». Una teoría esta, más empírica que científica, y en la que la Consellería do Mar prefiere no entrar hasta que no tenga una explicación refrendada con datos.