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La Eurocámara decide si opta o no por obligar a instalar cámaras a bordo

La Voz REDACCIÓN

ACUICULTURA

M.MORALEJO

El debate llega al pleno con polémica, después de que haber trascendido que la DG-Mare maniobró para influir en la decisión de algunos eurodiputados

08 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pleno del Parlamento Europeo fijará esta semana su posición con respecto al nuevo reglamento de Control Pesquero. Se debatirá el martes y el miércoles votará un documento controvertido porque pretende introducir las cámaras a bordo para controlar el cumplimiento de la obligación de desembarque, propugna implantar la caja azul en absolutamente todas las embarcaciones, introduce un mecanismo similar para controlar la potencia de los motores y generaliza el uso del diario electrónico a bordo, incluso para los barcos de bajura.

El debate comienza rodeado de polémica, después de que la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG-Mare) fuera sorprendida maniobrando para tratar de influir en la decisión de algunos eurodiputados, una actuación que levantó airadas protestas entre el sector pesquero, que no dudó en elevar su queja al comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.

La ponente del informe, la socialista Clara Aguilera, mantuvo un encuentro con el sector en el que expuso cómo ha salido el texto de la cocina de la Comisión de Pesca de la Eurocámara, una redacción que puede cambiar porque en el pleno se pueden introducir enmiendas. Ella misma y su grupo van a presentar algunas sobre el uso de cámaras a bordo y para clarificar cuestiones relativas a la pesca recreativa y a la pesca turismo.

El texto que se llevará al pleno opta por la voluntariedad de los circuitos cerrados de televisión, incentivando incluso su instalación «con mayores cuotas de pesca a quien decida incorporarlos» e imponerlos de forma obligatoria a aquellos pesqueros con más de dos infracciones relacionadas con la obligación de desembarque.

El diario electrónico de a bordo también se generaliza para toda la flota, incluso la de menores dimensiones. Sin embargo, se flexibiliza el margen de tolerancia, que se eleva a un 20% la diferencia que puede haber entre lo apuntado en el DEA y lo que se ha alijado en la bodega en el caso de las pesquerías mixtas y pequeños pelágicos y a un 25 % en el de los túnidos. Para el resto de pesquerías se mantiene el porcentaje del 10 %. También estipula la obligación de notificar en el DEA cuando se ha alcanzado el 80 % de las cuotas pesqueras.

Otra de las mejoras que apuntó Clara Aguilera atañen a la trazabilidad de los productos pesqueros y acuícolas, que deberán recoger cómo y dónde se han pescado, además de qué especie se trata, así como el lote y partida. «Se ha llegado a un acuerdo interesante que, además, va en línea de lo que se propone en la estrategia De la Granja a la Mesa, a la que se ha adelantado», expuso la socialista.

Geolocalización de toda la flota

La geolocalización de la flota es otra de las apuestas de la Comisión de Pesca de la Eurocámara. No se libra ni la pesca recreativa y mucho menos la pesca-turismo. Precisamente, en la línea de acotar cuándo un patrón o una embarcación se dedica a la modalidad turística o a la profesional irá una de las enmiendas al texto que está preparando Clara Aguilera.

Si la bajura va a ver aumentado el control al que está sometida —con la caja azul y el diario de pesca—, más lo va a estar la recreativa y la deportiva. La creación de un registro de licencias europeo es el primer paso. Y la obligación de declarar las capturas, el siguiente. Esta modalidad de pesca es competencia de los Estados miembros, de ahí las reticencias a nivel europeo que se han dado para extender los instrumentos de la actividad profesional a este colectivo. Pero para Aguilera es necesario «conocer el impacto» de esa pesca aficionada en los stocks y es preciso «articular una fórmula para registrar sus capturas, quizás a través de una aplicación gratuita».

Porque eso sí, el texto deja claro que la incorporación de las cámaras, los sistemas de localización, el registro de capturas o cualquier otro artilugio no suponga un coste para el armador y pueda ser financiado a través del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (FEMPA), que además tendrán un período de carencia de cuatro años.

Reforzar la Agencia de Pesca de Vigo

El refuerzo de la Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA), junto con la mayor cooperación entre los Estados miembros que el texto propugna, contribuirá, a juicio de Aguilera, a reducir los agravios comparativos que los países denuncian por las diferencias existentes entre el número de inspecciones y la exhaustividad de las mismas y, sobre todo, en la cuantía de las sanciones. En ese sentido va la obligación de publicar los programas de control de los socios y los datos básicos de los Estamos miembros.

El informe del que ha sido ponente Clara Aguilera llegará a la sesión plenaria el martes 9 y se votará al día siguiente, el 10. Pero si los plazos de la Eurocámara están bien claros, no lo están en el caso del Consejo. Es probable que no se trate hasta mayo o junio, con lo que los trílogos no comenzarían hasta julio o, incluso, septiembre. «Antes será difícil», admite Clara Aguilera. Teniendo en cuenta ese calendario, la socialista española duda que el reglamento de Control, salga como salga de esa negociación a tres bandas entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento, pueda comenzar a aplicarse antes de la primavera del año que viene.