Profand suelta en la reserva marina de Lira mil juveniles de centollas criadas en Moaña

ACUICULTURA
La pesquera viguesa impulsa a través de Octolarvae y de la mano de las cofradías gallegas la acuicultura regenerativa en Os Miñarzos
15 jul 2025 . Actualizado a las 07:05 h.Cuenta la leyenda que el patrón que devolvía al mar las crías o los ejemplares pequeños de centolla era recompensado: su barco volvía siempre lleno y sin tormentas. De ser cierto, han contribuido a proteger una especie que no está en peligro de extinción, pero que cada vez sufre una mayor presión comercial y amenazas como el furtivismo y el cambio climático. Para mantenerlo como uno de los mariscos más preciados de Galicia (tanto por su sabor como por su valor en lonja) son necesarias iniciativas concretas al margen de las fabulaciones y la tradición. Las vedas son las más importantes, pero hay otras. Una de ellas tiene como protagonistas a la reserva marina de Os Miñarzos y a la empresa Profand.
Ayer al mediodía, un equipo de Octolarvae, filial del gigante pesquero vigués, embarcó en Portocubelo rumbo a este escenario marino protegido donde soltaron en total 1.027 juveniles de centolla. Las aguas de Lira recibieron ejemplares de entre dos y tres milímetros de tamaño que fueron criados en cautividad en el laboratorio de esta empresa en Moaña. Cultivarlos fue un enorme reto técnico, porque la especie «tiene tres estados larvarios» hasta lograr asemejarse a un diminuto cangrejo, explica el director técnico de Octolarvae, Álvaro Roura.
La siembra que realizaron de la mano de la Cofradía de Lira y de la Federación Galega de Confrarías es pura acuicultura regenerativa. Los juveniles que vitalizan la ría de Muros-Noia son la descendencia de centollas de la ría de Vigo. En la planta moañesa de Octolarvae las siguieron de cerca durante 49 días, hasta que ayer al fin pudieron devolver al mar «estos mil ejemplares y un poquito de lo mucho que nos ha dado», expresa Roura. Los cinco buceadores que participaron en la suelta también aprovecharon la inmersión en Lira para realizar un censo visual de cien metros que permita evaluar el estado de esta especie en la reserva.
El equipo de la filial de Profand está emocionado porque no tendrán que esperar una eternidad para conocer más sobre los resultados de este proyecto, financiado por el Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (Fempa) y apoyado por el Centro de Desarrollo Tecnológico y la Innovación. Coincidiendo con el período habitual de reproducción, prevén que dentro de «un año y medio» puedan conocer cómo ha evolucionado la población de una especie que, a día de hoy, goza en Lira de una «situación saludable», precisa Roura.

Parte del éxito de la iniciativa radica en la colaboración pactada entre la iniciativa privada, las cofradías y la comunidad científica. «En tierra todos lo hacemos. Todos sembramos para recoger», explica Roura para poner en valor que es la primera vez que se lleva a cabo una suelta de centollas de este estilo. Primitivo Pedrosa, representante de Oxesco, agradece el «aproveitamento mutuo» que surge de la suelta en Lira, mientras Antonio Álvarez, director de sostenibilidad de Profand, precisa que la elección de Os Miñarzos se debe a que es «es una muestra real de que tradición, ciencia y empresa pueden cuidar juntos del mar».