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Los españoles comen menos pescado que nunca y eligen el que sube menos

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

CONSUMO MAR

Imagen de archivo de una pescadería en el mercado de la coruñesa Plaza de Vigo
Imagen de archivo de una pescadería en el mercado de la coruñesa Plaza de Vigo MARCOS MÍGUEZ

El consumo se estanca en el mínimo histórico de 18,5 kilos por persona al año

06 feb 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

Solo uno de cada cuatro españoles consume regularmente productos de la pesca y la acuicultura frescos, congelados o en conserva. La Agencia Española para la Seguridad Alimentaria (Aesan) aconseja entre tres y cuatro raciones por semana. De probados beneficios para la salud física y emocional, aportan proteínas irreemplazables cuya producción impacta menos sobre el medio ambiente que la mayoría de alimentos. Aun así, en los hogares se come menos que nunca. Se ha estancado en el mínimo histórico de 18,5 kilos por persona al año, un tercio menos que diez años atrás y ni siquiera la mitad de los 40 de principios de siglo. Mientras el Gobierno central insiste en no reconocerlo como alimento básico bajándole el IVA del 10 % al 4 %, el último estudio de mercado revela que se compran más las especies que menos se encarecen.

Se acercan a 19,1 millones los hogares del territorio nacional, incluidos Canarias y Baleares, sin Ceuta y Melilla. En 12.500 de ellos apuntan diariamente sus compras con un lector óptico. De los hábitos de ese 0,06 % de los domicilios salen las cifras sobre consumo que mensualmente publica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Saltaron las alarmas en agosto, cuando se difundió una media nacional que desde enero revelaba una caída de medio kilo por persona al año. Acaban de publicarse los últimos datos, de noviembre, confirmando que en ese mes, en octubre y en septiembre no se movió de los 18,5 kilos.

Se quejan ahora algunos políticos, productores y comercializadores porque presuntas falsedades o medias verdades lanzadas en enero sobre el vertido de bolitas de plástico en las costas gallegas han menguado más la compra de pescados y mariscos. Públicamente no han trascendido datos, sí impresiones. Un pescadero de A Coruña contaba que una clienta le había dicho que lo eliminaba de su dieta porque podía tener plástico. «Máis que crise de pélets hai crise de pelas», sentenciaba hace unos días otro pescadero de Viveiro.

Son de antes de la cuesta de enero las tendencias del estudio La pesca mes a mes, que transmite el ministerio del ramo. Coinciden los autores al señalar que en noviembre, octubre y septiembre se incrementaron las compras de especies que subieron menos que la media y disminuyeron las de las que se encarecieron más

Coincidencias

Comparando el pasado noviembre con diciembre del 2022, cayó la demanda de sardina y boquerón, merluza y lubina entre un 5 y un 9 %. Si embargo, aumentó entre un 3 y casi un 10 % la de xarda, bacalao y atún, «coincidiendo con que el incremento en precio medio de estas especies es inferior al del mercado».

Respecto a noviembre del 2022, en octubre disminuyeron entre un 6 y casi un 12 % las compras de sardina y boquerón, lubina, salmón y merluza, «coincidiendo con que todas ellas experimentan un precio medio superior al promedio». Más evidente es el contraste de octubre con septiembre. Bajó entre un 13 y un 37 % la demanda de merluza, sardina y boquerón, trucha, lenguado, atún y bonito, también «coincidiendo con que todos ellos presentan un incremento del precio medio superior». Sin embargo, porque «presentan un incremento del precio inferior», en septiembre se incrementaron entre un 13 y un 33 % las ventas de bacalao, rodaballo, salmón y xarda.

Se encarece menos que otros alimentos, pero cae la demanda en fresco, congelado y en conserva

De noviembre del 2022 al mismo mes del 2023, cada español comía en su casa una media anual de casi diez kilos de pescado fresco, casi cinco de marisco y cuatro de conservas de productos del mar. Otro dato que revela el informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación indica que en ese período los productos de la pesca y la acuicultura se encarecieron un 7,3 %, menos que el 9 % experimentado por el resto de alimentos y bebidas no alcohólicas, según el Instituto Nacional de Estadística.

De acuerdo a los datos del Ministerio de Pesca, entre noviembre del 2022 y el mismo mes del 2023, el pescado fresco subió un promedio del 6,7 % y se consumió un 5 % menos. El precio del congelado se elevó un 6,8 % y las ventas cayeron un 5,7 %. Y las conservas costaron un 9,7 % más y la demanda disminuyó un 2,4 %.

Ya se notaba en noviembre el impacto de la catástrofe marisquera que golpeó Galicia. Según el informe oficial, se tradujo en una «fuerte contracción», de un 8,6 % en el volumen, «destacando la caída en compras de almejas/berberechos» del 9,9 %. Justo los dos bivalvos cuya producción cayó drásticamente en Galicia.

Por especies, cada español comía de media en un su casa 1,9 kilos de merluza, 1,2 de salmón, 1,1 de bacalao y 1 de sardina y boquerón. Según el panel La pesca mes a mes, compraban un promedio de 1,6 kilos de gambas y langostinos, 900 gramos de pulpo y calamares y 700 de mejillón.