Patrocinado porPatrocinado por

La segunda mayor pesquera de España, inminente captura del capital foráneo

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Óscar Vázquez

El interés inversor por Iberconsa eleva del 55 % al 100 % el capital en venta

15 oct 2018 . Actualizado a las 09:41 h.

La marca Galicia es sello de prestigio en la industria de la pesca, y en pleno bum del consumo de productos del mar el sector de procesado es todo un objeto de deseo para multinacionales y fondos de inversión.

El grupo vigués Iberconsa protagoniza una de las mayores operaciones que, según los que manejan la negociación, culminará antes de que finalice el año. El precio marcado en el cuaderno de venta redactado por el banco de inversión Nomura es de 600 millones. Proporcional, dicen en el sector, a su potencial de negocio, con ventas por valor de 266 millones en el 2017, que la convierten en la segunda mayor pesquera de España, por detrás de Nueva Pescanova.

En marzo de este año, Portobello, propietario del 55 % del grupo pesquero vigués, puso en circulación su participación mayoritaria, adquirida cuatro años antes. Pero el interés de los inversores es tal que los accionistas gallegos de Iberconsa, que mantienen el 45 % de su participación, han decidido sumarse a la operación de venta de acciones lanzada por Portobello.

Fuentes del mercado aseguran que entre los aspirantes a adquirirlo hay grandes corporaciones, como China Legend Holdings, un conglomerado que posee la marca de computadoras Lenovo, y que ya cuenta con una cartera de productos pesqueros. También hay fondos, entre ellos, Pamplona Capital Management.

Será, en todo caso, una operación para crecer o, mejor dicho, para seguir creciendo. Porque desde la entrada de Portobello, en el 2014, el grupo, que acaba de anunciar la construcción de cinco buques (46 millones), no ha dejado de invertir.

El dueño chino de Conservas Albo pide 70.000 metros para crecer en Galicia

En junio del 2016, el grupo pesquero chino Shanghai Keichuang depositó 61 millones en un banco de Vigo y se hizo con el 100 % de las acciones de Hijos de Carlos Albo.

A simple vista, nada ha cambiado desde entonces. Pero la pesquera china ha pasado a manos del gigante asiático de la distribución Bright Food, con la intención no solo de mantener los planes de actividad y crecimiento de la conservera trazados por Shanghai Keichuang. El nuevo grupo propietario de Albo quiere hacer llegar la marca a millones de hogares de consumidores asiáticos y multiplicar su producción. Y tiene potencial para ello: su red de distribución cuenta con más de 100.000 puntos de venta solo en China.

Pero los asiáticos tienen claro que esa expansión comercial no podrán hacerla con las instalaciones actuales de la zona de Beiramar (Vigo), que ocupa en régimen de alquiler. El grupo solicitó al puerto vigués la ampliación de la concesión del suelo que ocupa hasta el 15 de diciembre del 2041. Es una medida preventiva. La licencia en vigor vence en el 2027 y, para entonces, la intención de Bright Food es tener ya en marcha una nueva instalación para la que ya ha comenzado a buscar suelo.

70.000 metros

Los dueños de Albo necesitan una parcela que les permita levantar en una primera fase 70.000 metros cuadrados de naves de producción, que ampliarían en una segunda fase, la que aspira a ser la mayor planta de procesado de pescado de una multinacional asiática en Europa. En una visita a la factoría, en mayo pasado, la nueva cúpula de la multinacional fue trasladada a la Plataforma Logística de Salvaterra-As Neves, en donde las tres administraciones involucradas en este macropolígono industrial les contaron las bondades del suelo allí disponible: 4 millones de metros cuadrados de los que, después de 18 años de tramitación, saldrán al mercado los primeros 200.000 en el 2019.

Ahora existe el compromiso con Bright Food de que esta vez sea la vencida, y que al menos esos primeros 200.000 metros estén en tiempo y plazo. De momento, lo que avanzan las cuentas auditadas por BDO correspondientes al segundo ejercicio de Albo bajo el control chino (al cierre del 2017) es que Hijos de Carlos Albo ha incrementado la cifra de negocio hasta 92 millones (86,6 millones en el 2015, año de la compra).