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Bruselas no diferencia el palangre del arrastre en el veto a la pesca de fondo

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Foto de archivo de un marinero izando a bordo una merluza capturada con anzuelos del palangre de fondo.
Foto de archivo de un marinero izando a bordo una merluza capturada con anzuelos del palangre de fondo. M.MARRAS

«Sería una paradoja indeseable» tratarlos igual, avisa el IEO a la Comisión

10 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Porque el tiempo apremia, la flota española y comunitaria continúa documentándose para intentar defenderse de la nueva ofensiva de la Comisión Europea. No acababan de creerse que por proteger ecosistemas marinos vulnerables, el eurocomisario Virginijus Sinkevicius, titular de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, y su directora general de Asuntos Marítimos, Charlina Vitcheva, pretendan vetar toda la pesca de fondo en 87 áreas de España, Portugal, Francia e Irlanda. Que no prevén dar marcha atrás lo confirmó Vitcheva en Vigo, donde esgrimió el informe que le encargaron al Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) «para reducir el impacto de las artes de pesca móviles en contacto con el fondo». Porque así se lo encomendaron, el ICES «modeló las consecuencias de su implementación para la pesca de arrastre de fondo con embarcaciones de más de doce metros». Pero desde Bruselas lo omiten y meten el arrastre de fondo con puertas o vara, el cerco de fondo y las dragas en el mismo saco que el palangre o la volanta de fondo.

No diferencian las artes que pescan desplazándose de las estáticas, aunque el contacto de estas últimas con el lecho marino se limita a anclajes como los del palangre, del tamaño de un adoquín. Compartiendo la conveniencia de proteger áreas sensibles para preservar el mar y la biodiversidad, pero con criterios «serios y responsables», a la Comisión se lo han advertido representantes de la flota española y comunitaria como Iván López, presidente de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA, por sus siglas en inglés), o Javier Garat, secretario general de la patronal española Cepesca y de la comunitaria Europêche. También lo hizo el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que preside Luis Planas

Coexistir en hábitats sensibles

Igual que los científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO), subrayando que España «apoya plenamente la necesidad de proteger los ecosistemas marinos vulnerables». Dicho eso, llaman la atención sobre las «advertencias y limitaciones [del asesoramiento del ICES] que creemos no están siendo consideradas adecuadamente por la Comisión». Entre ellas, una compartida por la flota: «La falta de datos» sobre el impacto de las artes fijas, «mucho menor» que el de las móviles, hasta el punto de que, por ejemplo, las de palangre «pueden coexistir» con los hábitats sensibles.

A semanas de que la Comisión concrete las 87 áreas de los cantiles donde este mismo año quiere prohibir todas las artes de fondo, el IEO hace constar que si la Comisión «continúa con su intención [...] las artes de bajo impacto como el palangre se verán potencialmente mucho más afectadas que las de alto impacto [...], una paradoja que nos parece especialmente indeseable».

Especialmente para los palangreros de Gran Sol, unos cincuenta, la mayoría de Celeiro y Burela. Son parte de los cerca de mil barcos españoles, franceses, irlandeses, portugueses y británicos que serían expulsados de sus caladeros tradicionales, en zonas entre el golfo de Cádiz y la altura de Glasgow (Escocia).

Todo porque se sabe o se supone que en esos cantiles, el final de la plataforma continental, con profundidades de entre 400 y 800 metros, hay ecosistemas marinos vulnerables. Ahí Bruselas quiere proteger arrecifes de coral de aguas frías, jardines de coral, agrupaciones o jardines de esponjas, campos de plumas de mar, anémonas tubo, briozoos u otra fauna de arena y fango.