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Cuenta atrás para el control continuo de la potencia real de los pesqueros

S. Serantes REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Sala de máquinas de un pesquero gallego, en una foto de archivo
Sala de máquinas de un pesquero gallego, en una foto de archivo

Comenzará en arrastreros «con alto riesgo» de sobrepasar la autorizada

16 oct 2023 . Actualizado a las 10:46 h.

Sobre el papel, desde el pasado 31 de marzo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación «prohíbe faenar con un buque de pesca equipado con un motor cuya potencia exceda la establecida en la licencia». Junto al arqueo bruto, la potencia marca la capacidad de pesca. Ese mismo real decreto permite regularizarla cuando «no se ajuste a la autorizada». Tras constatar la Comisión Europea un «incumplimiento generalizado de las limitaciones de potencia» en la flota comunitaria, en España está en marcha un plan de auditorías para comprobar si es verdad lo que dicen los papeles. No les parece suficiente a las autoridades comunitarias, que abogan por imponer sistemas de «medición continua de la potencia» en aquellos barcos que puedan suponer un «alto riesgo» de sobrepasar la autorizada.

La cuenta atrás para implantarlos ya ha comenzado. La Eurocámara, en sintonía con parte del sector, se decantaba inicialmente por el control electrónico solo en pesqueros que operan en el Mediterráneo occidental y en el Mar del Norte, donde las capturas se gestionan por regímenes de esfuerzo (días de pesca), no como en el Atlántico y el Cantábrico, donde las cuotas ya marcan cuánto pescado se puede coger. Sin embargo, la Comisión Europea, la Eurocámara y el Consejo Europeo han pactado imponer el monitoreo permanente, comenzando con los arrastreros con motores de más de 221 kilovatios (296 caballos).

El acuerdo se alcanzó en los trílogos, las negociaciones entre las instituciones citadas. Y lo han incorporado al Reglamento de Control de Pesca, que debate hoy en Estrasburgo el pleno del Parlamento Europeo. Aunque el conjunto de la futura normativa entrará en vigor en cuanto se publique, el apartado del control permanente de los motores no sería obligatorio hasta el 2027.

Si los eurodiputados aprueban esa propuesta, los datos del monitoreo han de almacenarse a bordo, donde los armadores y los patrones deben asegurarse de que esos equipos de control «funcionen en todo momento» y, además, de tener siempre la información que registren a disposición de los inspectores.

La Comisión se reserva establecer los requisitos y características de las herramientas informáticas, así como las pautas de instalación. En colaboración con la Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA, por sus siglas en inglés), deja en manos de los Estados la evaluación de cuáles serían los barcos que podrían saltarse la norma.

Porque la UE considera «imposible garantizar» la sostenibilidad pesquera si la potencia real no se corresponde con la oficial, quieren que los Estados lo verifiquen mediante muestreos. Entre otros, deben comprobar las geolocalizaciones de los barcos, el diario de pesca y el certificado internacional de prevención de la contaminación del motor. Todos los costes de las auditorías los asumirá el país, que podrá exigir a los armadores que contribuyan a abonarlos.

A expensas del Parlamento Europeo, las autoridades comunitarias también abren la puerta a que cada país decida si impone el monitoreo a barcos con artes de remolque equipados con motores de hasta 221 kilovatios.

Afectaría a cien barcos gallegos y a casi ochocientos del resto de España

Según el último registro oficial, en España quedan 884 arrastreros, 765 en caladeros nacionales, 78 en internacionales y 41 en comunitarios. En principio, el control permanente de la potencia motriz podría afectarles a gran parte de ellos. De los 101 con base en Galicia, 51 operan en el Cantábrico noroeste, 21 en aguas comunitarias y 29 en internacionales.

Superarla más de un 20 %

«Deben considerarse infracciones graves» el uso de motores cuya potencia real supere a la certificada y registrada en más de un 20 %, así como la manipulación de un motor o de un dispositivo de control continuo, incluida su desconexión, para aumentarla.

Eso dice la propuesta del Reglamento de Control de la Pesca, que, además de otras sanciones, marca los puntos que perderán los titulares de las licencias de pesca de buques sorprendidos infringiendo la norma. Cinco por faenar con propulsores cuya potencia no se corresponda con la oficial y seis por manipular el motor o el sistema de monitoreo.

Por lo que indica el documento que recoge el acuerdo interinstitucional, en los trílogos no se ha tenido en cuenta una alegación de parte del sector, desde donde se defiende que los motores no son determinantes en pesquerías gestionadas por cuotas porque estas ya limitan sus capturas.