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Quejas por el silencio oficial sobre la seguridad de los observadores de pesca

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Imagen de archivo de científicos del IEO a bordo del oceanográfico Miguel Oliver
Imagen de archivo de científicos del IEO a bordo del oceanográfico Miguel Oliver Salvador García IEO

Mientras la UE refuerza la protección, Pesca «se desentiende» y Ciencia, Trabajo y Seguridad Social ni contestan

09 abr 2024 . Actualizado a las 04:50 h.

Incidentes por «presunto acoso» y por «interferencia e intimidación» contra dos observadores de pesca en barcos de bandera portuguesa en caladeros de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste (NAFO) han llevado a la Comisión Europea a reforzar la protección de esos profesionales. Ahí, en aguas de NAFO, el 15 de febrero del 2002, pereció el canario Manuel Navarro, un observador científico que trabajaba a bordo del Villa de Pitanxo, el arrastrero de Marín que se fue a pique cobrándose otras 20 vidas y dejando 3 supervivientes. A raíz de esa tragedia, el Colegio Oficial de Biólogos de Galicia (Cobga) y el Colegio Oficial de Biólogos de Canarias (Cogcan) elaboraron «propuestas para la mejora de las condiciones de trabajo» de esos profesionales. En septiembre del 2022, el Consejo General de Colegios de Biólogos de España se las remitió a los ministerios de Pesca, Ciencia, Seguridad Social y Trabajo. El Cobga y el Cogcan se las recordaron este 4 de marzo, pero solo contestó el primero, que «se desentiende», lamentan desde el Cobga.

El siniestro de Villa de Pitanxo «es una demostración más del nivel de peligrosidad de las profesiones marítimo-pesqueras, de las que los observadores no son una excepción», subrayaban en julio del 2002 los biólogos gallegos y canarios. Pese ser «clave para la conservación de los ecosistemas marinos y para su correcta y sostenibilidad, paradójicamente ha quedado relegado a un nicho de trabajo marginal y precario», añadían.

Las demandas

Para corregir la «total ausencia de beneficios y derechos» de los observadores científicos, solicitaban formación previa, «estandarizada, regulada y de calidad» a cargo del Instituto Español de Oceanografía o del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Para mejorar las condiciones de vida a bordo, pedían ofrecerles «conocimiento de las condiciones de embarque con antelación, suministro de vestuario y equipos de protección individual, incluido traje de supervivencia».

Laboralmente, demandaban contratos al menos como fijos discontinuos, con salario base acorde con la titulación, complementos específicos como el de peligrosidad, su inclusión en el Régimen Especial del Mar, incluido el coeficiente reductor para la jubilación, el enrole como tripulantes en lugar de como personal ajeno a la tripulación y el «cumplimiento íntegro del convenio colectivo». A mayores, reivindicaban «reconocimiento profesional, de la importancia de su trabajo en la toma de datos para una correcta gestión y conservación de la pesca y fauna marina».

«Alarmante»

El Cobga y el Cobcan se las recordaron el pasado 4 de marzo a cuatro ministerios. «Esta fuera de las competencias de este ministerio», respondieron desde el de Agricultura, Pesca y Alimentación. Con esa contestación «ha declinado toda responsabilidad sobre nuestras reivindicaciones», lamentan desde el Cobga, cuyo gerente es Pablo Fernandes. Los biólogos gallegos consideran «alarmante que el ministerio competente en la gestión y control de los recursos pesqueros mediante, entre otros, los observadores científicos, se desentienda de la seguridad y situación laboral de este colectivo».

«No han brindado respuesta a nuestra solicitud», prosiguen desde el Cobga, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, gestor del Instituto Español de Oceanografía; el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, al que competen cotizaciones; ni el Ministerio de Trabajo y Economía Social, que regula las condiciones laborales.

Recordando el siniestro del Villa de Pitanxo, evidencia de la «peligrosidad» del trabajo en el mar, el Cobga incide «en la urgente necesidad de mejorar las condiciones laborales de los observadores científicos marinos, una cuestión que no parece preocupar a los ministerios competentes». Por tanto, emplazan a los cuatro ministerios citados «a tomar medidas para abordar nuestras propuestas y garantizar la seguridad y bienestar» de esos profesionales cuando embarcan en pesqueros.