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La gran flota palangrera de la UE exige que nadie descargue tiburón sin aletas

S. Serantes REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Subasta de tintorera (quenlla, caella o tiburón azul) en la lonja de Burela, en una foto de archivo
Subasta de tintorera (quenlla, caella o tiburón azul) en la lonja de Burela, en una foto de archivo XAIME RAMALLAL

Barcos gallegos piden que los no comunitarios cumplan las normas como ellos

16 oct 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

De cuando el pez espada era su objetivo se conocen por espaderos a los palangreros de superficie. Ya no lo son tanto, porque la tintorera (tiburón azul, quenlla o caella) representa más del 60 % de sus capturas. Otro escualo, el marrajo dientuso, ya no lo pueden pescar en el Atlántico; solo en el Índico y en el Pacífico. De capital gallego o con base en puertos como Burela, Marín, Vigo y A Guarda son gran parte de los 186 barcos españoles, casi todos los de esa flota en la UE. Desde el 2013 cumplen la obligación de descargar los tiburones con las aletas adheridas, para garantizar que no hacen finning, que consiste en aprovechar solo la extremidad y desechar el cuerpo. Además de denunciar por enésima vez que «flotas asiáticas» siguen sin tener que respetar esa norma, armadores gallegos exigen que todos los pesqueros cumplan ese imperativo, como hacen ellos.

La demanda la repitieron hace unos días, en una reunión convocada por la Comisión Europea para preparar la posición de la UE la próxima cumbre de la Comisión Internacional para la Conservación del Atlántico (Iccat, por sus siglas en inglés), que se celebrará entre el 11 y el 18 de noviembre en Limassol (Chipre). De esta última cita se hablará los próximos días 21 y 22, en el Consejo de Ministros de Pesca de la UE que se celebrará en Luxemburgo.

«Deberíamos centrar nuestros esfuerzos en conseguir que se extienda la política de aletas adheridas, como prioridad», expuso en ese encuentro Juana Parada, gerente de Orpagu (Organización de Palangreros Guardeses). Porque desde hace once años los espaderos comunitarios —la mayoría, gallegos— descargan los tiburones sin separar sus aletas, Edelmiro Ulloa, gerente de Arvi (Cooperativa de Armadores de Vigo), recalcó el «apoyo al Stop Finning: desde el 2013 la flota comunitaria aplica esta medida; sin embargo, las flotas asiáticas aún no».

Así, desperdician el resto del tiburón, dañando ecosistemas y dando pie a demonizar a pescadores como los gallegos, que sí acatan las normas. Y, en opinión de profesionales del sector, esa confusión, el meter a todos en el mismo saco, explicaría la «iniciativa ciudadana» Stop finning-stop the trade. Aunque el finning ya está erradicado en la UE, oenegés intentan que ahora también se prohíba el comercio de aletas en los Veintisiete, aunque se descarguen adheridas al cuerpo, como marca la ley. 

Casi todas las exportadas desde los Veintisiete salen de España

Se juegan mucho los palangreros gallegos y españoles si la nueva Comisión Europea atiende la demanda de las oenegés que intentan «poner fin al comercio de aletas en la UE, incluidas la importación, la exportación y el tránsito de aletas que no estén unidas de forma natural al cuerpo».

Ahora se permite separarlas una vez que han sido descargadas. Entre el 2017 y el 2021, desde los Veintisiete se exportaron una media anual de 2.300 toneladas de aletas, por valor de unos 170 millones de euros. De ellas, «más del 99 %» procedían de España, añaden documentos oficiales de la Comisión. Singapur y China sobresalen como principales destinos, seguidos a mucha distancia por Hong Kong y Japón. Durante el 2021 el kilo se pagó a una media de 16 euros, mientras el resto de la carne cotizó a 1,43.

Entre el 2019 y el 2021, cuando aún podían pescar marrajo dientuso en el Atlántico, los palangreros de superficie de la UE notificaron una media anual de casi 83.000 toneladas de tiburones, explica un documento oficial.

Palangreros españoles de OPP Burela, Opromar, Orpagu y Onapa, unido en Interfish, movieron el año pasado 42.000 toneladas de tintorera, espada y marrajo, por valor de 185 millones.