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Bruselas quiere que 17.000 españoles vivan en el 2025 de pescar 27 días en el Mediterráneo

S. S. REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Foto de archivo de un arrastrero, flota cuya subsistencia amenaza la Comisión Europea en el Mediterráneo
Foto de archivo de un arrastrero, flota cuya subsistencia amenaza la Comisión Europea en el Mediterráneo PEPA LOSADA

Clamor en la Eurocámara contra la Comisión por un «castigo injustificado» al arrastre con informes «obsoletos» y sin ponderar los daños socioeconómicos

06 dic 2024 . Actualizado a las 04:46 h.

A punto de saltar por los aires está la «esperanza» depositada en la nueva Comisión Europea y en el eurocomisario de Pesca y Océanos Costas Kadis. Ignorando los daños socioeconómicos, un funcionario de su departamento reiteró ayer en la Eurocámara que unos 17.000 españoles deberán vivir todo el 2025 de pescar solo 27 días en el Mediterráneo. Son los empleos directos e inducidos que dependen de los 556 arrastreros cuyos 120 días actuales de actividad quiere reducir la Comisión un 79 %.

Si Kadis no rectifica, este lunes y este martes se topará en Bruselas con el rechazo frontal de España, Francia e Italia, dispuestos a bloquear en el Consejo de Ministros de Pesca lo que la eurodiputada popular Carmen Crespo describió ayer en la Comisión de Pesca de la Eurocámara como un «castigo injustificado». De «aberración (...) injustificable e inasumible» la calificó Gabriel Mato, otro popular cuyo colega del PP Millán Mon emplazó a Bruselas «rectificar esta medida absurda».

Ante esta «sentencia de muerte», el europarlamentario socialista González Casares reclamó «humanidad» a una nueva Comisión criticada por la nacionalista gallega Ana Miranda por «repetir el esquema» de la anterior y actuar «sin visión social».

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El representante de la Comisión se escudó en que aplican «la legislación» comunitaria, pero pasó por alto críticas casi unánimes porque la condena a la pesca en el Mediterráneo se basa en informes científicos del 2022 y no se ha valorado su impacto socioeconómico, obviando además la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que ampara el equilibrio entre el cuidado del mar y el de los pescadores.

A la marea de reproches contra las autoridades de Bruselas se sumaron otros eurodiputados españoles. Mireia Borrrás sostuvo que los pescadores «no quieren limosnas, quieren trabajar». «No podemos darles ahora este mazazo», sostuvo Vicent Marzá. 

El rechazo a la gestión pesquera que pretende aplicar la Comisión en el Mediterráneo también quedó patente con intervenciones como la de la europarlamentaria gala France Jamet, quien preguntó «cómo van a sobrevivir nuestros pescadores». También es francesa Isabelle Le Callenec: «Las evaluaciones científicas son muy frágiles y el impacto económico es enorme». El portugués André Rodrigues confía en que el Consejo de Ministros de Pesca «se niegue a este recorte brutal».

El italiano Giuseppe Lupo llamó a «no comprometer la actividad pesquera» por unas medidas drásticas basadas en «datos obsoletos». «Necesitamos cambiarlas», apostilló el griego Sakis Arnaoutoglou. A la Comisión le censuró el croata Nikola Bartulica su «forma de proceder, no hay equilibrio entre la protección de la pesca y la del medio ambiente».

La sueca Isabella Lövin preguntó al representante enviado por la comisaría de Pesca y Océanos «cuáles son las posibilidades de compensar» económicamente a la flota afectada con el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (Fempa). También representa a Suecia Emma Wiesner, quien aboga por «compensar a los pescadores cuando las rentas no basten».