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«La industria pesquera no puede ser la única responsable de la restauración ecológica»

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Imagen de archivo de un cerquero entrando en el puerto de A Coruña
Imagen de archivo de un cerquero entrando en el puerto de A Coruña CESAR QUIAN

La Alianza Europea de Pesca de Fondo aboga por preservar los caladeros tradicionales y por «un trato igualitario para todas las economías azules que operan en el mar»

14 feb 2025 . Actualizado a las 13:37 h.

Aprobada al límite y con polémica, la Ley de Restauración de la Naturaleza con la que la UE pretende que los Estados miembros recuperen en el 2030 al menos el 30 % de los hábitats marinos y terrestres deteriorados, el 60 en el 2040 y el 90 en el 2050, inquieta al sector pesquero. Presidida por el gallego Iván López, la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA, por sus siglas en inglés) se pronuncia con un rotundo mensaje: «La industria pesquera no puede ser la única responsable de la restauración ecológica».

Esta organización opina que para alcanzar el ambicioso objetivo de los Veintisiete se «requiere un enfoque integral que incluya a los pescadores y otras industrias que afecten al medio marino». Por ejemplo, las que «contribuyen significativamente a la degradación marina: fuentes de contaminación terrestre como los microplásticos, los contaminantes y la eutrofización», causada por la contaminación química por exceso de nutrientes procedentes de vertidos de distintos sectores asentados en tierra.

En ese contexto, la EBFA aboga por una «planificación espacial integrada» en la que se coordinen la pesca y «los proyectos de energía renovable», aspecto que considera «esencial para prevenir conflictos y optimizar el uso del espacio oceánico».

Sobre todo en un contexto donde «la creciente competencia por el espacio marítimo representa un desafío importante para la industria pesquera». De hecho, la ampliación de áreas protegidas, «la expansión de la industria energética» y el acceso restringido a aguas de terceros países «están reduciendo las zona de pesca disponibles», apunta en una comunicación dirigida a la Comisión Europea.

De ahí que proponga evaluar el «impacto del desplazamiento del esfuerzo pesquero (...) que está limitando el acceso a las zonas de pesca tradicionales, perturbando las operaciones y aumentando la presión sobre las zonas abiertas restantes». Compartiendo que la restauración marina «es crucial», se decanta por preservar las zonas de pesca altamente productivas, delimitándolas.

Paralelamente, la EBFA echa en falta una evaluación «exhaustiva» del impacto socioeconómico de la Ley de Restauración de la Naturaleza. Califca de «descuido importante» que la Comisión no la haya tenido en cuenta «para anticipar las consecuencias sobre los ecosistemas marinos y las comunidades costeras».

Sobre todo cuando esta normativa comunitaria «corre el riesgo de ser ineficaz» ya que marca objetivos de recuperación de espacios naturales «basados en porcentajes, un enfoque actual que carece de especificidad». A mayores, la EBFA insta a la Comisión y a los Estados miembros a «abordar lagunas críticas de conocimiento» porque actualmente alrededor de la cuarta parte de los hábitats marinos «siguen siendo poco comprendidos en términos de estado de conservación», lo cual «complica la identificación» de los que se pretende restaurar.