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La pesca da por hecho que Bruselas no le hará pagar por el CO2 de su flota

E. A. / S. M. REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Un tripulante de un cerquero gallego pescando sardina el pasado verano
Un tripulante de un cerquero gallego pescando sardina el pasado verano ANA GARCÍA

Saltaron alarmas porque la Comisión lo preveía en el Pacto de los Oceános

03 jun 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

Sin alternativas viables para la descarbonización de su flota, la pesca se echó a temblar cuando trascendió que la Comisión Europea pretendía cobrarle por sus emisiones de dióxido de carbono (CO2). Saltaron las alarmas porque incluso las propias autoridades comunitarias reconocen que, de momento, no es posible que los pescadores prescindan de los combustibles fósiles. Cobrarles un impuesto por los gases de efecto invernadero cuando solo son responsables de entre el 0,1 y el 0,2 % de los que genera la UE, podría ser la puntilla para el menguante sector pesquero de los Veintisiete. Ahora respira aliviado porque, por lo que ha trascendido, Bruselas ha retirado del Pacto Europeo de los Océanos la incorporación de la pesca al Sistema Europeo de Comercio de Derechos de Emisión (ETS2, por sus siglas en inglés).

Si se cumplen las previsiones, la rectificación del borrador que se filtró día atrás se confirmará este miércoles, cuando está programada la publicación del Pacto de los Océanos. En el inicial, la tasa por el CO2 de la pesca aparecía en el apartado dedicado a la financiación de una hoja de ruta que la Comisión presenta como una «iniciativa estratégica para proteger la salud de nuestros océanos y optimizar plenamente los activos marítimos de Europa para alcanzar los objetivos económicos y de seguridad» de los Veintisiete, aprovechando su «inmenso potencial» marino y con la sostenibilidad y la neutralidad climáticas como meta, en su más amplio sentido.

Además de las aportaciones públicas y privadas, incluidas las del futuro Fondo Multilateral de Inversión, apuntaba que «deberían movilizarse recursos propios», como los ingresos del ETS2, ya vigentes para el transporte marítimo, buques de carga y pasaje de más de 5.000 GT (toneladas de arqueo). Antes del 30 de septiembre, las navieras han de entregar sus primeros derechos de emisión, los del 2024, pagando por el 40 % del CO2 que emitieron el año pasado. Según el Pacto de los Océanos esos impuestos «podrían contribuir a la descarbonización de los sectores de la economía azul».

A renglón seguido, añadía el controvertido apartado que los pescadores dan por hecho que se suprime: «La expansión de este sistema a otras actividades marítimas, como las de pesca, impulsará aún más los recursos disponibles en los Estados miembros».

Sería «un error garrafal»

Como proveedores de comida, se oponían porque cobrarle a la menguante flota comunitaria por el CO2 iría en contra del propio Pacto de los Océanos, que apuesta por defender la soberanía alimentaria en una UE donde se produce tan poco pescado que debe importar de países terceros siete de cada diez de los que consume. Tampoco contribuiría al objetivo de impulsar la competitividad de la flota comunitaria, que con el ETS2 vería aumentados sus costes de explotación y sus actuales desventajas frente a las des banderas ajenas por los estrictos requisitos de la UE.

Días atrás, el eurodiputado socialista español Nicolás González Casares, rechazó gravar a la pesca con tasas por el dióxido de carbono al considerarlas «un absurdo, cobrar por cobrar», así como un «atropelo do PP aos pescadores». Transmitiendo un sentir unánime en toda la flota europea, Javier Garat, presidente de la patronal Europêche, advertía que de consumarse esa propuesta sería «un error garrafal».