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Se va a acabar el engaño de vegetales ultraprocesados que imitan pescados

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

María Pedreda

Doce países instan a la Comisión a vetar etiquetados que inducen a confusión

25 jun 2025 . Actualizado a las 13:56 h.

Current Salmon, Tofu-Thuna, Tuno, Solmon Bio, Kraken, Toonish... Son algunos nombres de productos «que muestran similitudes engañosas» con los del mar, aunque en realidad son procesados de soja, gluten de trigo, champiñones, arroz o legumbres, con aditivos como sal, grasas, aromatizantes y colorantes «que, en general, no se ajustan a las características de los auténticos» pescados y mariscos, según un informe encargado por la Eurocámara. La cadena mar-industria reclama desde hace tiempo medidas contra esas imitaciones, enmascaradas con «nombres e imágenes engañosas que pueden confundir» a los consumidores, recuerda la patronal pesquera Europêche. Ahora, los ministros de Agricultura y Pesca de la UE han dado un paso con el que se podría acabar con esa práctica.

España, Portugal, Francia, Irlanda, Italia, Rumanía, Luxemburgo, Malta, Eslovaquia, Austria, Hungría y Chequia han solicitado formalmente a la Comisión Europea que presente «una propuesta legislativa para proteger las denominaciones de los alimentos de origen animal» como pescados, carnes, huevos o miel. Siguiendo la norma vigente desde hace años para la leche y los productos lácteos, solo los genuinos atún, merluza o salmón, así como sus derivados (conservas, patés...), podrían etiquetarse y venderse con esos nombres.

«Enmascarar la realidad»

El documento constata que los procesados vegetales «son similares en apariencia, sabor y consistencia» a los alimentos de origen animal, pero «difieren sustancialmente, en particular en términos de composición y valor nutricional». El Consejo de Agricultura y Pesca, al que no faltó el ministro español Luis Planas, subraya que los veganos «no deben inducir a error al consumidor mediante su etiquetado». Ahora que algunos Estados intentan evitarlo, 12 de los 27 miembros de la UE demandan una normativa comunitaria que, en definitiva, «garantizaría la protección de los consumidores frente a la información engañosa».

Sobre este aspecto incide Europêche, citando el informe del Parlamento Europeo. «No se trata de productos de origen vegetal frente a productos del mar», sino de diferenciar claramente las imitaciones de los auténticos alimentos marinos, subraya Daniel Voces, director general de esta patronal pesquera. Porque «es importante llamar a las cosas por su nombre», comparte que las etiquetas deben «ir más allá de las vagas ‘basado en plantas’ o ‘vegano’» e incluir información clara sobre los ingredientes principales, el país de origen y el nivel de procesamiento.

Un aspecto «particularmente vital en un mercado donde el halo de salud que rodea a los productos de origen vegetal puede enmascarar la realidad» de que muchos de ellos «son ultraprocesados, altos en sal o grasa y contienen alérgenos e ingredientes importados». Nada que ver con los pescados y mariscos de verdad, «una de las proteínas animales más nutritivas, sostenibles y bajas en carbono, estrictamente regulados y naturalmente ricos en nutrientes esenciales, incluyendo auténticos omega-3, no solo suplementos añadidos». 

«Seguridad alimentaria»

Anfaco-Cecopesca, la patronal conservera española, incide en que las presentaciones equívocas «pueden comprometer la seguridad alimentaria y romper las reglas de competencia leal en el mercado europeo». Invocando el informe de la Eurocámara, opina que la Comisión «debe ahora tomarlo en consideración para actuar», explica Roberto Alonso, secretario general de Anfaco. Y valora «muy positivamente» un estudio que respalda la campaña #CadaCosaPorSuNombre, impulsada por Anfaco y las organizaciones industriales cárnicos de Anice, Cedecarne y Avianza.