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Los científicos sugieren pescar más merluza en Gran Sol porque se capturó menos de lo esperado

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Una merluza izada a bordo por un tripulante de uno de los pocos pincheiros españoles que resisten en Gran Sol
Una merluza izada a bordo por un tripulante de uno de los pocos pincheiros españoles que resisten en Gran Sol

Aun así, la recomendación del ICES es inferior a la cuota aprobada este año. También propone aumentarla en aguas nacionales, rebajar el rape en las comunitarias y disminuir el abadejo en el litoral

28 jun 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

Un aluvión de recomendaciones de capturas para el 2026 lanzó este 27 de junio el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés). Son la base de la que parten los políticos para determinar las cuotas de próximos años. La UE decidirá en diciembre, preferiblemente antes de negociar especies compartidas con otros países, sobre todo con el Reino Unido. Estos asesores científicos pintan escenarios de luces y sombras. Uno, la merluza de Gran Sol, donde proponen subir un 4,7 %, visto que en el 2024 se pescó menos de lo esperado. Sin embargo, si se adopta esa indicación sería un 5,7 % inferior al cupo de este año. En definitiva, si la UE y el Reino Unido elevan la cuota actual un 4,7 %, la flota española dispondría de 16.700 toneladas, pero si se ciñen al consejo del ICES, bajaría a 15.000.

La propuesta de incrementar el total admisible de capturas (TAC) de la merluza en caladeros comunitarios viene precedida del recorte del 20 % este año, cuando el ICES planteaba disminuirlo hasta un 28 %. Y en aguas atlánticas ibéricas, donde hay más biomasa de reproductores, apuntan un 1,3 % más, lo que supondría casi 11.000 toneladas para la flota nacional.

Rapes y gallos comunitarios

Otra especie esencial para la flota gallega en Gran Sol es el rape, el negro y el blanco, este conocido como xuliana. Los científicos plantean rebajar el negro un 11,6 % y subir el blanco un 3,2 %. En base a la cuota inicial de este año, a España le tocarían unas 3.330 toneladas, un 4,2 % menos.

El ICES aconsejó para este año un máximo de 894 toneladas de gallo en aguas de Irlanda y en las no españolas del golfo de Vizcaya, pero los políticos de la UE y del Reino Unido marcaron unas cuotas de 22.011 toneladas, de las cuales la flota nacional recibió 6.500. Del 2026 al 2028, la ciencia propone 694, un 20 % menos. Queda por ver qué deciden en diciembre las autoridades. 

Caladeros nacionales

Pensando en los peces, en los caladeros españoles del Atlántico la recomendación del ICES para el abadejo en los dos próximos años son 99 toneladas, un 20 % menos. Inicialmente, el año pasado la UE redujo un 53 % el cupo, pero tanto la Xunta como el Ministerio de Pesca advirtieron a la Comisión Europea que podría abocar al amarre a barcos de Galicia y del Cantábrico. El Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca (STEFC) lo confirmó, y la Comisión acabó permitiendo a España 225 toneladas, pero solo para capturas fortuitas.

También en aguas ibéricas, los científicos sugieren elevar hasta 3.619 toneladas (un 25,6 %) la cuota del gallo común, que en España registra los índices más altos de ejemplares de entre uno y cuatro años desde que hay datos. Y sitúan el rendimiento máximo sostenible del gallo de manchas en 2.727 toneladas. La flota española comenzó el 2025 con 4.340 toneladas de ambos gallos.

A los pesqueros españoles de litoral les asignaron inicialmente este año 4.340 toneladas de rapes, el negro y el blanco. Para el próximo, el ICES indica una bajada del primero del 30 al 53 % y una subida del segundo del 23 %; en ambos casos, por cambios en la evaluación. En el peor de los escenarios, la cuota española podría rondar las 4.750 toneladas.

Días atrás, ese órgano asesor de la comisión publicó la indicación de reducir la cuota de jurel de Fisterra hacia el sur un 5 %, que se traduciría en unas 13.935 toneladas para España. Y en esa misma zona proponen elevar el tope de bocarte un 1,71 % hasta junio del 2026, tras haber detectado la mayor biomasa de esa especie en la ría de Vigo. 

Científicos y políticos

Corresponde a los políticos decidir hasta dónde aplican esos y otros consejos científicos para cuidar a los peces. Según la Política Pesquera Común de la UE, debe procurarse el equilibrio entre la protección medioambiental y el posible impacto socioeconómico. En enero del 2024, una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE reconoció que los gobernantes comunitarios podían marcar topes de capturas superiores a los que recomienda la ciencia para no paralizar a la flota. De este 11 de junio es un fallo del Tribunal General de la UE que dictamina que la Comisión Europea no tiene por qué tener en cuenta las consecuencias socioeconómicas para preservar espacios marinos vulnerables.