C. Punzón
Con buenas palabras, advirtiendo que se trata más de un desafío que de una crítica, el Gobierno de Portugal acaba de expresar oficialmente su temor a que el tren de alta velocidad Lisboa-Oporto-Vigo se quede parado en Valença por falta de vía por la que llegar hasta la estación de Urzaiz. El ministro de Infraestructuras luso, Pedro Nuno Santos, aprovechó el viernes un foro sobre cooperación transfronteriza celebrado en Melgaço para pedir al Ejecutivo de Pedro Sánchez que impulse con más decisión las obras de la salida sur de Vigo y su continuidad hasta la frontera para hacer posible que la alta velocidad discurra sin frenos entre Lisboa y A Coruña. «El desafío que aquí lanzo es para que España dé cuerda a los zapatos para que no haya el riesgo de que lleguemos con una linea a la frontera y no tengamos nada del otro lado», avisó el ministro.