El cambio climático impulsa la llegada de 50 especies tropicales a las Rías Baixas

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

El pez ballesta se divisó por primera vez en 1946 y con el paso del tiempo se ha convertido en una especie comercial.
El pez ballesta se divisó por primera vez en 1946 y con el paso del tiempo se ha convertido en una especie comercial. JOSÉ IRISARRI

El calentamiento del agua atrae ejemplares de pez ballesta, globo o barracuda

29 dic 2023 . Actualizado a las 17:47 h.

Aunque parezca raro, hubo un tiempo en que abundaba la almeja en la playa de Canido. Hoy es prácticamente inexistente. Sin embargo, el progresivo calentamiento del agua está atrayendo hasta las Rías Baixas especies originarias de lugares remotos del planeta, como Nueva Zelanda o Sudáfrica. El cambio climático ha hecho que especies tropicales como el pez globo o el pez ballesta (ya rebautizado por los lugareños como peixe porco) se hayan convertido en habituales en pocos años. Por ahora, Rafael Bañón, investigador vigués del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM), ha catalogado medio centenar de nuevos visitantes «desde la primera cita que se ha registrado del pez ballesta en la década de los cuarenta y hasta ahora». Su trabajo comenzó en el 1996.

La temperatura del agua en Galicia ha incrementado en cerca de un grado y medio en el último medio siglo. Puede parecer un aumento poco significativo para los bañistas, pero es suficiente para incentivar nuevos comportamientos entre los organismos marinos. Los grados del agua son «la primera barrera biogeográfica» que determina la aparición de nuevos ejemplares. La costa gallega se encuentra en una zona subtropical templada y, en base a los resultados del estudio elaborado por Bañón junto con compañeros del IIM y con hallazgos de las cofradías, hasta las Rías Baixas están llegando fundamentalmente habitantes de aguas más calientes, lo que está motivando una «tropicalización» del ecosistema marino del sur de Galicia.

La sardina, la anchoa y la vieira se están desplazando al norte, en busca de aguas más fresquitas. El conjunto de especies que irrumpen en las Rías Baixas están cambiando, dando paso a ejemplares que hasta hace poco se ignoraban en este entorno, como la corneta colorada, el sapo lusitano, el pez sapo, el pez dorado marino, la barracuda o un pez globo que se pudo apreciar cerca de las islas Cíes.

Ejemplar de sapo lusitano en aguas de Galicia.
Ejemplar de sapo lusitano en aguas de Galicia.

Entre los hallazgos documentados por Rafael Bañón los hay que solo aparecen una vez. Otros, sin embargo, se han establecido. Es el caso del peixe porco, como cuentan Sara Carrasco y Silvia Iglesias en su obra Alén do azul, se ha convertido en «nunha especie de interese comercial máis, un proceso que adoita acontecer nun espazo de tempo moito maior». Desde su primera documentación, en el 1946 y hasta ahora, este animal capaz de disparar espinas para defenderse ya ha tenido tiempo para reproducirse en la ría de Vigo y ganar protagonismo en las lonjas, como añade el investigador vigués.

C

Rafael Bañón precisa que el último hallazgo documentado ocurrió en el 2018, cuando se toparon con un sapo lusitano. Tiene la impresión de que la tendencia hasta ahora alcista de llegada de nuevas especies tropicales afronta ahora una etapa de calma.

Afloramientos

Otra fenómeno que se está produciendo en las Rías Baixas es un descenso de la llegada de vientos del nordeste, que son aquellos que provocan los afloramientos en la temporada estival. MeteoGalicia confirma que en el 2023 sopló menos nordeste que en el 2022, cuando ya hubo menos en el 2021. Esta condición puede provocar el empobrecimiento de la biodiversidad en la ría en la medida en que los afloramientos «producen unha fertilización no interior da ría que favorece a abundancia de vida mariña».