
Comienza la reforma del antiguo pub, que llevaba 15 años cerrado
04 jun 2025 . Actualizado a las 12:40 h.Los últimos sonidos que se oyeron en El Manco fueron los beats de la música electrónica con la que remató su última etapa este icono de la movida viguesa de los 80. Desde hace unos meses, lo que se empieza a escuchar en el local comercial ubicado en el número 15 de la calle Lepanto que lleva casi 15 años cerrado —tapiada su fachada bajo capas y capas de anuncios publicitarios de todo tipo—, son los movimientos del inicio de una obra: limpieza, arrastre de materiales y mobiliario inservible, y un repaso previo a un pavimento precario.
Tras años disponible en alquiler sin éxito, el pub en el que medio Vigo y buena parte del famoseo de visita quemó noches de vértigo y euforia, ha encontrado destinatario para una función paradójica. El Manco se convertirá en cuanto concluya la reforma, en sede de una clínica sanitaria cuyo promotor es administrador de una empresa de comercio de productos relacionados con la tecnología sanitaria. El arquitecto vigués Pablo Ledo Pérez es el director de obra.
Los 320 metros cuadrados de superficie del bajo del edificio construido en 1915, están distribuidos en dos plantas. Todo antiguo cliente del bar sabe, si estaba lo suficientemente sobrio, que había más espacio para la fiesta en el sótano. La planta a pie de calle tiene una superficie de 155 metros cuadrados separados en dos estancias, una de 128 y otra de 27 para garaje o almacén. En la inferior, a la que se accede por unas sinuosas escaleras por las que según algunos testimonios contradictorios, se llegaba «al infierno» o «se estaba en la gloria», hay un local de 165 metros cuadrados con salida posterior al callejón de Irmandiños. Este sótano tuvo su propia historia, ya que contaba con una gestión independiente. Se llamaba Y'asta y de él se ocupaba el músico de los Toreros Muertos Many Moure.
La calle Lepanto ha pasado de ser uno de los referentes del ocio nocturno en Vigo a una calle donde proliferan los servicios sanitarios. Además de los laboratorios de Vithas hay una clínica podológica, un centro auditivo, una óptica, un dentista y la clínica Lepanto13. El bar El Manco se inauguró en 1982 y allí ensayaron Golpes Bajos o Aerolíneas y tocaron famosas bandas.