Roma, el yate de alquiler más grande de Galicia

uxía lorenzo BAIONA / LA VOZ

VIGO

ADRIÁN BAÚLDE

Su tarifa por ocho horas llega en verano a 2.500 euros y cuenta con una alta demanda

16 ago 2025 . Actualizado a las 11:40 h.

Con una eslora de 24 metros, Yate Roma se consagra como el barco de alquiler más grande de Galicia. Fabricado en el año 1988 en Italia, en los astilleros de Cantieri di Pisa, la embarcación de recreo está amarrada en las instalaciones del Monte Real Club de Baiona. Su diseño sigue una línea renacentista que ha hecho que sea considerado un yate de lujo. El gestor y capitán, Adrián Rodríguez Álvarez, afirma que cada año está más demandado y que hay más reservas. El precio estipulado para un día de alquiler en agosto, que son ocho horas de embarcación, es de 2.500 euros. Ya desde finales de julio no era posible contar con una fecha libre para arrendar el yate hasta el 18 de agosto.

«Lujo, amplios espacios y comodidad» es como el capitán describe el yate. La embarcación fue creada siguiendo el modelo Aquir 22, de 22 metros de eslora. Tras una ampliación de dos metros con el añadido de una plataforma hidráulica en popa «que sube y baja», explica Rodríguez, actualmente se consolida como el barco de alquiler más grande de la comunidad gallega.

ADRIÁN BAÚLDE

Adrián Rodríguez es quien gestiona al cien por cien el barco, tanto comercialmente como en la gestión de reservas, y al mismo tiempo desempeña las funciones de capitán. Pero no es el propietario. Yate Roma pertenece a la empresa Ares Yachting. Se trata de un barco privado que se alquila a clientes y que también lo disfrutan sus propios dueños.

Habitualmente se encuentra en el puerto de Baiona, al ser el destino de veraneo de los propietarios y una de las ciudades más turísticas de Galicia, según apunta el gestor. Aún así, el yate parte de otros puertos como los de Vigo o Sanxenxo, según demande el cliente.

El yate presume de una cubierta principal o flybridge en la que se puede comer al aire libre. Tiene una capacidad para doce invitados durante el día y alojamiento para ocho personas que quieran pernoctar en los cuatro camarotes habilitados. A mayores, la embarcación cuenta con una tripulación conformada por el propio capitán y una marinera que es la encargada de efectuar las maniobras de atraque y fondeo y, en el tiempo en que no desempeña esta labor, se ocupa de la atención al cliente.

Dispone de dos solarios, una bañera y dos comedores en el exterior. Yate Roma brinda un servicio de cátering a cargo del Pazo de los Escudos, en Alcabre. En el interior tiene un doble salón. Además, ofrece actividades de buceo y tienen a bordo del barco tablas de pádel surf y equipos de esnórquel para los clientes.

ADRIÁN BAÚLDE

«Se nota que la demanda de esloras grandes y de lujo está en auge porque cada año tenemos más reservas», señala Rodríguez. El tipo de cliente más común en la reserva del yate, según cuenta el gestor, es de alto nivel adquisitivo, indistintamente de su nacionalidad. Afirma que la demanda de turistas y de clientes locales es prácticamente la misma, «mitad y mitad», dice. También el rango de edad es variable, pero generalmente de los 25 años en adelante. «Suelen ser familias o reuniones de amigos, pero los hay de todas las edades», cuenta Rodríguez.

En temporada alta, que corresponde a los meses de julio y agosto, los precios de alquiler del yate son los más elevados del año. La tarifa de arrendamiento para un día, desde las 11.00 hasta las 19.00 horas, está fijada en 2.500 euros en la temporada de verano. El resto de meses varían los precios, pero el mínimo estipulado son los 1.800 euros al día. La empresa ofrece la posibilidad de pernoctar en el yate, pero supone un extra a desembolsar. Una noche a bordo cuesta 350 euros y, si el cliente quisiera quedarse más, las siguientes están fijadas en 250 euros cada una.

El capitán explica que lo más común son las travesías a las islas Cíes, que las define como «la joya de la corona», al ser lo más demandado por sus clientes, y a las Ons. También son habituales los viajes hasta las playas de Barra y Nerga, en Cangas, la ría de Aldán, la isla de Tambo o el islote de Areoso, en la ría de Arousa. En este caso, la entidad provee dos horas de combustible más como gasto extra. Sin embargo, Rodríguez afirma que, aunque los invitados puedan bajarse en algún momento a las playas, «siempre prefieren quedarse en el barco».

Adrián Rodríguez estuvo quince años en la Armada Española. Al terminar dicha experiencia comenzó en el mundo del sector náutico privado para trabajar en Vigo en varias empresas de alquiler y compraventa de embarcaciones, titulaciones náuticas y servicios. Mediante la experiencia y el trabajo «fui ganando la confianza del personal, de las empresas, de los clientes. Fui creciendo de eslora hasta convertirme en el capitán de este yate», recuerda. El gestor confiesa que, en un futuro próximo, «la idea es ampliar la flota» con un barco más hacia otras zonas de Galicia. Hoy, Adrián Rodríguez es el dueño  y gestor de la empresa Sondomar Náutica.