
Sanidade reconoce diez episodios contaminantes con fecales este verano, tres de ellos en Praia América
31 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Sanidade comenzó a monitorizar las playas de Galicia en mayo para detectar posibles vertidos que fueran nocivos para la salud. Los técnicos analizan la calidad de agua varias veces al mes en busca de bacterias fecales en los arenales y, en caso de que se superasen los límites, desaconsejar el baño. En la ría de Vigo han detectado hasta diez episodios contaminantes que llevaron a recomendar que los bañistas evitasen meterse en el mar.
Las bacterias que se someten a un seguimiento durante el verano son la Escherichia coli y el enterococo intestinal, dos especies que pueden ser dañinas para las personas. La cantidad máxima que se permite es de 1.000 unidades formadoras de colonias de coli y 600 de enterococos cada 100 mililitros. Estas cifras se llegaron a duplicar en una serie de playas a lo largo de la ría.
El Concello de Vigo ha sido de los que más limpias ha mantenido las aguas de sus playas este verano. Solo registró un vertido peligroso para la salud el 13 mayo en la playa de Mende (Teis). El arenal, que este año ha conseguido por primera vez la bandera azul, tuvo 2005 unidades formadoras de colonias de E.Coli por cada 100 mililitros y 406 de enterococos. Estos análisis obligaron a desaconsejar el baño en una playa que, cinco días después, solo marcaba 10 unidades de E.Coli y de enterococos, por lo que la contaminación debía proceder de un vertido puntual que afectó a la playa, que está cercana de una depuradora. El resto de análisis del verano también han sido positivos.
Samil, que este año perdió la bandera azul por no cumplir los límites de excelencia en la calidad del agua que requiere el distintivo (consiste en no superar las 250 unidades formadoras de colonias de E.Coli por cada 100 mililitros), ha cumplido los criterios de excelencia excepto en el primer análisis del año.
El 15 de julio, vecinos de Canido denunciaron un vertido en el propio arenal. Una vecina, Ana González, grabó en vídeo el gran reguero que salía de una cañería debajo de los cimientos del paseo y que estuvo desembocando en el mar formando un curso entre el arenal. La Asociación de Vecinos de Oia lo atribuye a urbanizaciones recién construidas.
El municipio que peores cifras ha registrado en sus playas ha sido Nigrán ,con cuatro vertidos. Tres en Praia América y uno en Panxón. El alcalde, Juan González, ha explicado que en julio detectaron un vertido en el bombeo de un emisario y que ya ha sido subsanado. El primero fue en mayo y los otros dos en julio. Además, dos de los análisis registraron la cifra más alta de E. Coli con 2.500 unidades formadoras de colonias. También detectaron cantidades de enterococos mucho más altas. En cambio, en los análisis de A Madorra, donde el Concello desaconsejó el baño a comienzos de julio por vertidos que investigó el Seprona, ningunos superó los límites. La situación también fue subsanada.

Tras Nigrán, el municipio más afectado es Moaña. Sufrió dos vertidos que duplican las cantidades recomendables en la playa de A Ribeira en mayo. Ambos provocaron máximos de E.Coli y duplicaron los límites en enterococos, pero no los superaron en más ocasiones durante el verano. Ayer, Adrián, un vecino de Moaña, lamentaba la situación: «Llevamos años así, pero no termina de llegar la solución. La playa hasta huele mal, siempre ha sido así desde que soy niño».
El resto de vertidos sucedieron en la playa redondelana de Arealonga el 13 de mayo, en Muxeira de Soutomaior el mismo día y en A Concheira de Baiona el pasado 12 de mayo. Las altas cifras de principios de mayo se pueden deber, como indicó en abril el alcalde de Vigo, Abel Caballero, a que algunas depuradoras no pudieron operar con el apagóngeneral del lunes 28 de abril.
Estos vertidos, además de poder provocar problemas de salud en los bañistas, también afectan al estado de la fauna y la flora de la ría. «Detectamos que en algunhas zonas da ría de Vigo estáse a producir un proceso de eutrofización», ha señalado a La Voz el investigador de la Universidade de Santiago Manel Leira. Esto se traduce en un exceso de nutrientes en el agua que, a su vez, sirven de alimento a un fitoplancton (pequeñas algas microscópicas) que se reproduce en grandes cantidades y reduce los niveles de oxígeno del agua afectando al ecosistema. Un problema que afecta, sobre todo, al marisqueo y que se origina en los vertidos que sufre la ría de Vigo.