¿Cómo se preparan ellos para desf ilar?

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BENITO ORDOÑEZ

SI CREES QUE TANTO como ellas, ERROR. Les basta con un pitillo y un poco de música techno para calentar. Ahí está Nicolás Coronado para contárnoslo. 

14 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

De riguroso negro y a cuenta gotas paseaban los modelos masculinos en esta edición de la Mercedes Fashion Week. Preparándose para el desfile de David Delfín nos cruzamos con algunos por el backstage y nos confesaron algunos de sus secretos mejor guardados. ¿Por qué?  ¿Acaso ellos se preparan tanto como ellas? No. Mientras que las modelos tienen que guardar la línea antes de subirse a la pasarela, sobre todo en la edición de septiembre cuando se presentan colecciones más ligeritas de ropa, ellos lo tienen más fácil. «Quemamos todo enseguida», dice uno de ellos. «Se lleva muy bien porque las chicas están en todos los sitios en grupos y chicos siempre hay pero ellas son las protagonistas», comenta Adrián Villa, de la agencia Uno Models, que asegura que aunque es su primera vez en la pasarela madrileña le da la impresión de que es de las que menos hombres hay. Será su segundo desfile, pero tiene claro que la preparación de cara a la cita es bastante diferente entre el género masculino. «No, nosotros somos bastante dejados en ese sentido. Ellas a la mínima que comen engordan, y nosotros estamos quemándolo todo en el gimnasio», dice el murciano afincado en Madrid. Aun así no se libran de pasar por chapa y pintura aunque sea de forma más light. «Nos maquillan y eso, pero el pelo ya va más a nuestro aire». Adrián desfiló este año para David Delfín, al que tuvo la oportunidad de conocer entre bambalinas, algo ?dice? muy importante. «El año pasado viví una experiencia inolvidable con Ana Locking, a la que tuve oportunidad de conocer y es muy alegre y simpática. Esta química entre diseñador y modelo es muy importante para que nosotros estemos a gusto». 
A su lado, Nicolás Coronado (hijo del actor José Coronado, tercero por la derecha) y Hakan Nyström, ambos de Uno Models, que a pesar de su nombre en un perfecto español apunta que es su novena vez en Cibeles. Normal que a este veterano lo de los nervios le suena a risa. «Los mismos nervios no son, pero siempre está ese punto justo antes de entrar en el backstage que te entra algo», explica mientras se prepara para pasar por el control de medidas y el peso. Para este aficionado a la música es necesario engancharse los cascos, si puede ser techno mejor, justo antes de entrar a desfilar para poder concentrarse algo. «Estás pensando cuando te va a tocar a ti y si lo vas a hacer bien o no. No tenemos el problema de las chicas de caerse con los tacones, aunque todo depende del outfit, pero en principio lo tenemos más fácil». 

UN ESPACIO DIFERENTE
A punto de someterse a la ITV corporal, Nicolás Coronado, que este año desfiló tanto para David Delfín como para Francis Montesinos, nos anima a desplazarnos hasta la puerta para no perder turno. ?Es que esto luego se pone fino?. ?La verdad es que venimos muy relajaditos con ganas de hacerlo bien y pensando en esto. Igual la primera vez sí vienes algo nervioso, pero luego cuando conoces a la gente ya te vas relajando?, explica el hijo de Coronado y Paola Dominguín, que está haciendo carrera como modelo. 
?Yo acabo de venir de la 080 de Barcelona y de Madrid Fashion Week hace dos semanas, el espacio siempre condiciona mucho, pero cada una tiene sus cosas?, explica en alusión a si estamos ante uno de las citas más importantes de la moda en nuestro país. 
Aunque ellos son la cara menos visible de Cibeles su presencia por los pasillos hace la jornada divertida. La música a todo volumen sale de sus cascos y se sumerge entre los gritos de las estilistas de las firmas que preparan sus fittings.  Mientras uno se lía un cigarrillo sentado en el suelo, otro comenta con sus compañeros los proyectos que tiene por delante. Todavía les quedan horas para subirse a la pasarela. El primer día el programa lo ocupa por completo Desigual, donde lamentablemente los hombres no tienen cabida. El viernes hubo que conformarse con verlos por los pasillos.