Jordi González: «A mí me gusta vivir solo. Lo que pasa en casa no se hace público jamás»

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CEDIDA

Le dijeron que no tenía futuro en la tele, y aquí lo veis. Lleva casi 30 años en pantalla y se ha convertido en el rey del debate televisivo. Le gustaría mediar en un cara a cara con los papas. Porque de entrar en un reality ni hablamos. Él prefiere vivir solo.

14 nov 2015 . Actualizado a las 12:23 h.

Tiene muy buenos recuerdos de la radio, pero no hay más que verlo para saber que en la tele se mueve como pez en el agua. Dice que le gustan los programas vivos, cuanta más gente, mejor. De hecho, en los últimos diez años no hay debate post-reality que se le resista. Eso sí, Jordi González (Barcelona, 1962) no es capaz de ver un programa suyo.

-El año que viene se cumplen 30 de la primera vez que te pusiste delante de una cámara. ¿Quién se lo iba a decir al que te dijo que nunca harías televisión?

-¿Y a mí? ¿Quién iba a decírmelo a mí, que nunca pensé en la tele como trabajo? Empecé en la radio a los 18 años recién cumplidos y me apasioné por el medio, llegaba a pasar hasta 20 horas algunos días en Radio Barcelona. Fue la época más apasionante de mi vida, me enamoré perdidamente de la radio, algunos compañeros míos se presentaban a castings y a mí eso no me interesaba lo más mínimo. 

-¿Te ves dentro de otros 30, presentando el Debate «GH 45»?

-Dentro de 30 años espero, deseo y confío, haber logrado dejar de trabajar. 

-A día de hoy, ¿qué se te pasa por la cabeza cuando se enciende el piloto rojo?

-Lo mismo que hace 30 años: hay que defender lo mejor posible el mucho trabajo  que hay antes de un programa y las muchas horas que han dedicado mis compañeros a elaborarlo. Si en ese momento pasara por mi cabeza los millones de personas que están viendo el programa yo creo que me bloquearía. 

-Más de 30 programas, una vida en la tele, de ahí a entrar en «GH» no hay nada... ¿te atreverías con un «GH VIP»? 

-No. 

-¿Por qué?

-A mí me gusta vivir solo, no con 14 personas que además no he elegido yo. Y lo que pasa en casa no se hace público jamás. 

-Con el alboroto que se suele producir en los debates, Jordi transmite, a pesar de que algunas veces muestra su carácter, la serenidad que la audiencia demanda desde casa. ¿Tú lo ves así?

-Te agradezco la opinión, pero yo no puedo valorar mi trabajo y menos aún ver un programa mío luego en casa. Me gusta que en el plató haya emociones y mis colaboradores puedan defender sus ideas con vehemencia, pero cuando alguien grita me pongo muy serio y no lo tolero. 

-Lo que está claro es que te van los programas «moviditos», los debates... ¿es lo que te pide el cuerpo?

-El cuerpo me pide vida. Me gustan los programas vivos y los platós con muchas personas en el público y muchos colaboradores e invitados. Cuántos más mejor. Trabajar con tantas personas es el mejor termómetro para intuir si los contenidos de un programa «enganchan» o no. Cuando alguien del público bosteza, cien mil personas en casa cambian de canal o apagan la tele. 

-¿Quién te ha hecho perder más los nervios en un plató? ¿Qué es lo que más te molesta, lo que no permitirías mientras tú seas el presentador?

-Diría que la falta de profesionalidad de algunas personas que viven de la televisión y que no respetan el trabajo de los que hacemos un programa. 

-Cuando sacas tu carácter y te enfadas, o hay un momento tenso, o un programa más alterado... ¿al salir del plató se te pasa o te cuesta un poco más de tiempo?

-Se me pasa antes de salir del plató. Me enfado pocas veces y me desenfado enseguida. No he sentido nunca rencor ni nada parecido. 

-A estas alturas, como periodista experimentado, te mueves en un mundo muy rápido. Sabes lo que el público demanda y has confesado esa necesidad de leer el periódico en papel, ¿por qué?

-Pues esa confesión debe tener ya unos años, porque dede hace dos o tres solo leo la prensa en mi tablet. Y nada puede gustarme más antes de apagar la luz para dormir que leer las primeras ediciones del día siguiente de los periódicos a los que estoy suscrito. 

-¿Entre qué dos personas te gustaría moderar un debate?

-Entre los dos papas. No me digas que no verías ese cara a cara. 

-Está claro que en la tele hay que aprovechar el tirón, cuando te llegan los programas hay que estar ahí, pero ¿pasa factura al cuerpo estar tanto tiempo «en antena»?

-Al cuerpo no lo sé, a la cabeza seguramente. Cada vez necesito vacaciones más largas. 

-¿Las críticas van en el sueldo?

-Claro. Pero cuando asimilas finalmente que no puedes, ni tampoco debes, gustar a todo el mundo ya te vacunas para siempre contra las malas críticas. 

-¿La mejor respuesta a los que se meten con «GH» es enseñarle las audiencias?

-Que se  critique a un programa o a su conductor es lícito, faltaría más. Los insultos no. «GH» es uno de los mejores programas de televisión del mundo, eso es incontestable. Se puede hacer mejor o peor, pero el formato es incontestable. 

-¿Quién le pondrá el punto a «GH»? ¿La audiencia lo expulsará o será desde dentro?

-No soy quién para responderte a esto.