La mejor Galicia se vive ahora: doce planes para estos tres meses

La Voz

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Ana García

Los fotógrafos de La Voz eligen las rutas definitivas para disfrutar de esta estación en las cuatro provincias

02 ene 2022 . Actualizado a las 10:53 h.

En otoño Galicia es un espectáculo. Lo recorremos a través de una ruta con doce paradas seleccionadas por los fotógrafos de La Voz, que se han detenido en esos rincones que merece la pena visitar ante la caída de la hoja. Paisajes boscosos de cuento como la ruta da Pedra e da Auga de Arousa, el sendero que popularizó el expresidente Mariano Rajoy, que sigue el trazado dibujado durante siglos de escaladas a Armenteira y que se incluye en la Variante Espiritual, una ruta jacobea de especial éxito y muy pertinente en pleno año santo. De senderismo se puede ir también al área natural de Chelo a través de las Fragas do Mandeo, o por la ruta de Diomondi, en Monforte, una de las más recomendables de la gran variedad que atraviesan la Ribeira Sacra.

Ponteceso y su paseo fluvial prometen encandilarnos como en su día lo hicieron con Pondal, al igual que los viñedos ourensanos, donde nos esperan las cuatro denominaciones de origen para alegrar la vista, pero también el paladar. Otro sendero fluvial, pero este en el río Tea, se prolonga entre Ponteareas y Mondariz. Además del paseo, de siete kilómetros, en la parroquia de Ribadetea podremos organizar un plan familiar en la playa fluvial de A Freixa, que dispone de una gran área recreativa. Y si de caminar se trata, no hay que olvidarse de la costa. Un castro, un dolmen y un río aguardan en la Ruta dos Faros, muy apetecible en esta época. Otro castro que merece una visita, pero este con vistas panorámicas a la duna móvil de Corrubedo y a la ría de Arousa, es el da Cidade, en Ribeira. Todo un mirador arqueológico que parte de Pedra da Ra.

Pero no hace falta alejarse tanto del entorno urbano. El jardín de Fonseca es el elegido en pleno casco monumental de Santiago para empaparse del amarillo más otoñal con las hojas de su ginkgo biloba, el árbol de origen chino que lo corona y desde finales del sigo XIX tiñe el espacio, convirtiéndolo en un punto imprescindible para disfrutar del otoño en la ciudad.

SENDEROS CON FERVENZA

Si buscamos saltos de agua, encontramos uno apto para toda la familia en El Bierzo. El Hayedo de Busmayor, que esconde tesoros como la Piedra de los Poetas, es una de esas excursiones que quedan a tiro de piedra, en León, para pasar un día de ensueño. En A Mariña, y más concretamente en Barreiros, se sitúa también la catarata de Santo Estevo do Ermo. Aquí el agua discurre espectacular en la cascada, pero también por la Fonte de Santa Rosa. Otra fervenza de impresión es la del río Belelle, en Fene, que además pone a disposición de los más intrépidos unas cuerdas para deslizarse de forma paralela al agua y su espectacular sonido.

En lo alto de las montañas de O Morrazo, en los municipios de Marín y Vilaboa, se encuentra el lago de Castiñeiras. Todo está pensado para hacer un alto en el camino, con zonas habilitadas para comer en ambos márgenes, asadores, y hasta un parque infantil para los más pequeños. Arrancamos.

Martina Miser

Arousa, Ruta da Pedra e da Auga

Acompañando a los pequeños regatos que bajan del monte Castrove, a caballo entre los municipios de Ribadumia y Meis, discurre un sendero encantado. Es la ruta da Pedra e da Auga, un paseo entre árboles frondosos y prados más o menos olvidados de la mano del ser humano. El recorrido, que se hizo famoso hace unos años al ser elegido por Mariano Rajoy para sus paseos vacacionales, forma parte de la Variante Espiritual del Camino de Santiago. A la sublime belleza del paisaje, suma este paseo otras sorpresas, como la Aldea Labrega construida a su orilla. 

MARCOS CREO

Ribeira, Castro da Cidade

Excavado parcialmente, lo suficiente para dejar a la vista un puñado de construcciones de forma circular y rectangular, el Castro da Cidade suma a su importancia como legado histórico una posición privilegiada desde la que ofrecer imponentes panorámicas de la duna móvil del parque natural de Corrubedo y de la ría de Arousa. Muy próximo al casco urbano de Ribeira, se accede desde el mirador de Pedra da Ra. Los trabajos arqueológicos han permitido constatar que estuvo ocupado entre los siglos VII y V antes de Cristo. 

Carlos Castro

El Bierzo, hayedo de Busmayor

Saltos de agua en el corazón de un bosque de película. Es la panorámica que ofrece el hayedo de Busmayor, en El Bierzo. La ruta que discurre por este paraje natural es asequible para casi todo el mundo y apta para hacer en familia. En octubre, la panorámica se transforma y ofrece un manto de hojas secas y piedras recubiertas de musgo que prueban la buena calidad del aire. Asimismo, en la ruta se puede visitar la Cova da Raposa y la Piedra de los Poetas, dos lugares de ensueño idóneos para el otoño. 

MARCOS MÍGUEZ

A Coruña, área natural de Chelo

En el municipio de Coirós, limitando con el de Paderne, se encuentra este pequeño paraíso verde. Sus caminos, bajo la frondosidad de las especies autóctonas que conforman este espacio natural, albergan varias rutas de senderismo por las conocidas Fragas do Mandeo. Sin duda, es una de las mejores opciones en el área coruñesa para contemplar el espectáculo de colores que se produce en esta época estival. Este enclave, además, cuenta con un área recreativa y también se puede hacer pesca de río. 

Santi M. Amil

Ourense, viñedos en O Ribeiro

En Ourense, la provincia de las cuatro denominaciones de origen vitivinícolas (una de ellas, la Ribeira Sacra, compartida con Lugo), los viñedos ilustran a la perfección el paso de las estaciones. En esta imagen del valle del Arnoia, que es uno de los afluentes del río Miño, sobrevive algún verde, manda el amarillo, y el marrón y el rojo señalan la llegada del otoño en la comarca de O Ribeiro. La fotografía (de archivo) está tomada en el concello de Arnoia.

E. M.

Costa da Morte, ruta dos Faros

Un castro, un dolmen y un río. Son los principales atractivos que te encontrarás en la excursión que se inicia con los Regos dos Muíños y termina en la playa de Laxe. Este precioso paseo, incluido en la tercera etapa de la Ruta dos Faros, es muy apetecible para el otoño. Si partes de la playa de Lodeiro (As Grelas), en Cabana de Bergantiños, pasearás 3 kilómetros junto a un río serpenteante y podrás cobijarte en los molinos si cae un chaparrón. Coge fuerza para la cuesta y cruza la carretera para alcanzar el castro de Borneiro. Después, visita el dolmen de Dombate y recrea la vista en el mirador del monte Castelo.

XOÁN A. SOLER

Santiago, jardín de Fonseca

Para encontrarse con el otoño más espectacular no hay que buscar lejos. Está en el centro del casco monumental de Santiago y su autor es el ginkgo biloba, cuyas hojas pintarán de amarillo el pequeño jardín de Fonseca, abierto a quien desee envolverse en su manto. Es difícil resistirse. Quien transita la travesía de Fonseca siente la atracción del otoño esplendoroso que desde finales del siglo XIX regala este árbol único, longevo, originario de China, pese a que en un otoño aciago, hace seis años, perdió a su pareja hembra víctima de un hongo y tuvo que ser talada. En medio de este mar, silencioso y de oro, no es difícil escuchar el susurro de las «pedras que falan», otro aliciente para recogerse en el pequeño rincón universitario. 

XAIME RAMALLAL

Barreiros, catarata de Santo Estevo do Ermo

Pasear por este rincón de A Mariña es como sumergirse en la policromía 100 % otoñal, debido a la variedad de especies autóctonas. Una flora que es tan generosa con el lugar como el agua, que tanto cae libremente por la espectacular cascada como mana arriba en la Fonte de Santa Rosa (aguas ferruginosas a las que se le atribuyen propiedades curativas de la piel con rosácea, de ahí su nombre). Otra referencia: la capilla fue bautizada «de Augas Santas». Y todo, enmarcado por un bosque que es puro encanto. 

CARLOS RUEDA

Monforte, ruta de Diomondi

Una de las rutas de senderismo más recomendables de las muchas que discurren por parajes singulares de la Ribeira Sacra es la que va desde las cercanías de la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño al templo románico de San Paio de Diomondi, en el municipio de O Saviñao. A partir de Diomondi empieza un descenso por una antigua vía romana. La calzada original, integrada actualmente en el Camino de Invierno, se conserva en buena parte. La senda discurre por bosques autóctonos y ofrece vistas de los viñedos en bancales. 

Ana García

Ponteceso, parque del paseo fluvial

En tierras del bardo Pondal, el viento que se lleva las hojas caducas de otoño arrastra también retales de poesía. Paralelo al majestuoso río Anllóns, columna vertebral de Bergantiños, discurre el paseo fluvial de Ponteceso. La explosión de color, fauna y olor que ya antes encandiló al autor del Himno Galego, arropa al caminante. El paseo, punto de arranque de un itinerario de Ribeira hasta Corme, lo puede ser también de un escarpado y precioso tramo del Camiño dos Faros que conduce hasta la playa de Balarés. Allí, bajo un pinar en el que se respira historia, uno puede cobijarse tanto de la lluvia como de los rayos del sol.

José Pardo

Ferrol, fervenza del río Belelle

La Fervenza del río Belelle es la corona de la fraga situada en Santa Mariña de Sillobre, en Fene: un bosque atlántico de una extraordinaria biodiversidad. La cascada, más que separar y hacer de frontera, viene a unir, simbólicamente, dicha parroquia (la primera de la diócesis de Santiago) y la de Santa María de Neda (la última de las de Mondoñedo-Ferrol). Y, en mil sentidos, hermana a ambos municipios. Un lugar repleto de magia. 

XOAN CARLOS GIL

Vigo, paseo fluvial del río Tea

Un sendero fluvial de siete kilómetros de longitud permite recorrer a pie la orilla del Tea desde Ponteareas hasta Mondariz, pasando por Mondariz-Balneario. En la parroquia de Ribadetea está la playa fluvial de A Freixa, con una gran área recreativa para disfrutar del día en familia, a tan solo un kilómetro del centro de Ponteareas. La ruta se integra en el espacio Red Natura 2000 y pasa por los puentes de O Val y de Cernadela, que cruzan este afluente del Miño. El sendero es de una gran riqueza paisajística y patrimonial ya que, además de varias playas fluviales, hay una frondosa vegetación con robles y varios molinos.

Ramón Leiro

Pontevedra, Lago de Castiñeiras

Enclavado en lo alto de las montañas de O Morrazo, este espacio natural se extiende en torno a un pequeño lago recientemente repoblado con truchas. Hay zonas habilitadas para comer en sus dos márgenes y asadores, que permiten cocinar en el monte siempre que no haya riesgo extremo de incendios. Es un entorno propicio para pasear y disfrutar de un día tranquilo y relajado a un tiro de piedra de Pontevedra y Vigo. Los más pequeños pueden jugar en un renovado parque infantil. En la zona de Vilaboa hay yacimientos arqueológicos que se pueden visitar, como la Mámoa do Rei.

Información elaborada por: NOELIA SILVOSA/ ROSA ESTÉVEZ/ ANA GERPE/ MARÍA GUNTÍN/ A. G. CHOUCIÑO/ ELENA MÉNDEZ/ RUTH NÓVOA/ IGNACIO CARBALLO/ FRANCISCO ALBO/ YOLANDA GARCÍA/ MARTA LÓPEZ/ RAMÓN LOUREIRO/ MÓNICA TORRES Y MARCOS GAGO