«Coliving» en Galicia: «Evitas la soledad y disfrutas la naturaleza en una aldea con mejor conexión que el centro de Barcelona»

YES

Imágenes de los «colivings» Growth Coliving Galicia, en Crecente, y Anceu, en Ponte Caldelas.
Imágenes de los «colivings» Growth Coliving Galicia, en Crecente, y Anceu, en Ponte Caldelas.

LA OFICINA SE REINVENTA EN LA ALDEA. Como un «Gran Hermano» en formato emprendedor fue el primer «bootcamp» con ChatGPT celebrado en Galicia, en un pazo de Crecente. El coliving rural no es nuevo, pero se amplía el campo del nómada digital. Adiós a la soledad del teletrabajo

22 nov 2023 . Actualizado a las 11:53 h.

El coliving no es novedad en Galicia (cumple ya diez años en la comunidad, un modelo que ponen en práctica Sende, Anceu e iSlow), pero asistimos al primer proyecto con esa filosofía que nace de una escuela universitaria de posgrado: Growth Coliving Galicia se disfruta este año en un palacete del XIX en Crecente reconvertido de hogar familiar en lugar para formarse y trabajar de modo colaborativo al tiempo que se convive, con todas esas cuestiones que tiene la convivencia (quién cocina, quién recoge, quién pone la mesa...). Ese punto doméstico entre gente con similares intereses profesionales diferencia este nuevo tipo de coworking, que funciona con éxito desde hace unos años en Senderiz y Ramis (Ponte Caldelas).

Growth Coliving Galicia, en A Pousa, fue escenario del primer bootcamp (formación profesional intensiva) de Galicia en el que se ha usado la inteligencia artificial. «Somos los primeros en capacitar en el uso inteligente de ChatGPT. Otras inteligencias que usamos son Midjourney y la de Canva. Se trata de que nuestros alumnos vean en tiempo real cómo diseñar una estrategia de márketing con una inteligencia artificial que la elabora en solo cinco minutos», resume Benlly Hidalgo, director del posgrado de Psicomarketing de la Universidad a Distancia de Madrid, que ha dado pie a este sueño de formación en convivencia en un paraíso rural para nómadas digitales, emprendedores y trabajadores en remoto. «La combinación del aprendizaje online con el presencial en un formato híbrido, coliving-coworking, tiene resultados increíbles», dice Hidalgo.

Sus alumnos están de acuerdo. Andrea y Jan fueron dos de los colivers en estas «workaciones» en un paraíso de bosque con piscina, spa y wifi como un tiro, donde se tiraron a la piscina compartiendo ideas, conocimientos, y mesa y mantel, con personas de distintas edades y procedencias, pero con objetivos y una manera de trabajar y vivir parecidos.

Andrea y Jan son matrimonio, el único que asistió a este bootcamp pionero. La pareja se mudó en noviembre de Italia a Málaga. Ella empezó a estudiar antes del cambio a España el curso de experto en Psicomarketing, y no dudó en apuntarse al bootcamp de Growth Coliving Galicia. «Mi marido, que es piloto, y yo tenemos una empresa de aplicaciones móviles. Yo quería crear mi marca personal tras haber superado muchas cosas y tener, a día de hoy, la vida que quiero», cuenta Andrea, que lleva siete años como nómada digital. De lo que se arrepiente es de «no haber empezado antes». La única condición en su caso es permanecer en Europa, cerca de Holanda, desde donde vuela su marido. «De Holanda fuimos a vivir a Roma, de Roma al lago de Como y ahora nos hemos venido a Málaga», abrevia su aventura esta mujer que fue gerente de un hotel en el desierto de Chile. La pareja, que suma cuatro hijos (dos de ella, dos de él), vive desde hace años abriendo y cerrando cajas. ¿No hay lastre en ese vivir con la maleta a punto? «Yo soy una persona que necesita acción, no estancarse, ir retándose, por ejemplo, a conocer otro idioma, otras personas... Fui al bootcamp precisamente porque sabía que era gente que piensa y vive más o menos como yo», comparte Andrea.

Andrea y Jan, matrimonio de emprendedores, Steffany y Sonia son cuatro de los participantes en el primer «bootcamp» con ChatGPT celebrado en Galicia, en Crecente.
Andrea y Jan, matrimonio de emprendedores, Steffany y Sonia son cuatro de los participantes en el primer «bootcamp» con ChatGPT celebrado en Galicia, en Crecente.

Como un «Gran Hermano en formato emprendedor», sin el ojo del espectador, presentó este coliving Benlly Hidalgo. Otra de sus alumnas, Steffany Rondón, que también participó en este intensivo en A Pousa, hizo arepas para sus compañeros. Ellos la ayudaron a avanzar en su proyecto para mujeres emprendedoras. Esta farmacéutica de 27 años llegó a España hace tres, tres años en los que se ha formado en márketing. «Con el bootcamp en Crecente, aparte de hacer una formación en psicomárketing, sabía que iba a vivir una experiencia diferente. La naturaleza que rodea la casa hace mucho, inspira... La experiencia me sirvió para sacar a flote mis ideas. Lo que más me llevo de la formación es la importancia de la mentalidad en un proyecto», dice la venezolana.

A Sonia Martínez (A Coruña, 1976) le tocó preparar tortilla de patatas en el bootcamp, que tiene su arte, como sabe esta responsable de márketing digital en una empresa de Córdoba. Sonia valora la experiencia en Crecente como una inmersión enriquecedora «en el trabajo colaborativo que remedia el aislamiento de la persona que teletrabaja, que pierde esa dimensión social que tiene el trabajo presencial. La colaboración esos días fue cien por cien. Además de estudiar y trabajar juntos, al tener que hacer la comida, la cena, recoger, limpiar... se creó una conexión bestial entre nosotros. Se genera un ambiente acogedor, te da visión de equipo, llegas a otra forma diferente de ver las cosas». «Y la energía que tiene la casa es especial. Te da tranquilidad, concentración», afirma. «En una palabra, magia», añade esta coruñesa que madura un proyecto de fitness.

LOS PIONEROS EN EUROPA

Cenas a la luz de las velas, naturaleza, lentitud, piscina, conversaciones bajo los árboles, relax e intercambio de ideas... ¿Pero esto es un lugar de formación punta y trabajo? Eso parece. Digamos que la oficina ha muerto o que se ha reinventado en las aldeas para el trabajador en remoto. También para aquellos perfiles, como el del escritor, que buscan un lugar donde desconectar del ruido y las rutinas urbanas con buenas conexiones digitales.

Growth Coliving Galicia es una de las últimas iniciativas que pueden encontrar en la comunidad las personas que teletrabajan y quieren evitar el aislamiento. El concepto no es nuevo. Pionero en Europa es coliving Sende, que abrió hace diez años en la pequeña aldea de Senderiz y por donde han pasado más de 3.500 personas de 56 países. A esa primera iniciativa en Galicia para reinventar los espacios laborales y revertir la situación de la España vaciada siguieron otras como la reciente iSlow, en O Piñeiro, de perfil familiar en la Costa da Morte, que ofrece a sus colivers una forma de vida centrada en la comunidad y en las tradiciones de la zona, pero abierta al resto del mundo. Cuidar y promocionar lo local en el resto del globo es un rasgo común de este modelo de convivencia y trabajo colaborativo.

Anceu Coliving es otro buen ejemplo de este modelo. «El valor diferencial de un coliving frente a una casa rural o un hotel es esa idea de comunidad», señala Agustín Jamardo, programador para una empresa de Singapur, que justo antes de la pandemia puso en marcha este coliving de Ponte Caldelas centrado en actividades en la naturaleza y que dinamizan la vida en la aldea.

El 60 % de los colivers de Anceu proceden de otros países. «Si teletrabajas, pesa la soledad», advierte Agustín. La alternativa para despejarla puede ser trabajar conviviendo con otras personas revitalizando el campo gallego. «Gente de Madrid, Holanda o Francia que ha pasado por Anceu se ha quedado a vivir en Galicia. Elige este lugar en el mundo», asegura.

Anceu, con capacidad para 23 personas, tiene lista de espera, cuenta su fundador. «No puede venir todo el mundo, a veces desviamos peticiones, decimos: 'Pregunta en Sende o en iSlow, iSlow puede ser interesante para gente que viaja con niños. Nosotros en Anceu no aceptamos menores de 18, el nuestro no es un perfil familiar». Parece que en Galicia, el tipo de coliving rural que existe va con el perfil de los fundadores de cada proyecto, apunta Agustín. En Anceu reciben, sobre todo, a emprendedores y emprendedoras que desarrollan su proyecto, gente que trabaja para empresas en formato cien por cien online «y tenemos gente también que ha venido a escribir su libro o un guion, o a preparar el doctorado».

Hay paraísos verdes, casi inhabitados, en Galicia para vivir con mayor tranquilidad, con otras personas en situación similar y «con mejor conexión incluso que en el centro de Barcelona», señala Agustín Jamardo.

¿El perfil del coliver le permite desconectar, le dejar un margen de tiempo al día para hacer más cosas que trabajar? «Nosotros, en Anceu, tenemos poca gente que depende del horario americano -responde-. Los horarios aquí son muy parecidos para las personas que viene. Se come entre las 12.00 y las 14.00 y la cena siempre la hacemos a la ocho de la tarde. Hemos tenido gente semirretirada y con otros horarios, y tenemos también algún workalcoholic que trabaja doce horas al día... Hay de todo, pero, en general, la gente cuando viene a un coliving, viene ya con la mentalidad de no pasarse 12 horas al día trabajando. Saben que van a rodearse de una comunidad en la que un día hay clase de yoga, otro un paseo por el bosque o irse a la playa. La gente procura, por ejemplo, organizarse para que a las tres de la tarde termine su trabajo o para disponer de los viernes. Se busca la flexibilidad de poder disfrutar de la naturaleza y las actividades en comunidad que permite el entorno».

«Colivings» en Galicia

  • Growth Coliving Galicia. Espacio de convivencia y teletrabajo para estancias de 15 días o 1 mes en un entorno rural cerca del puente que separa Portugal y España. Para trabajar en espacios coworking dentro de la casa o en tu habitación privada.
  • Sende. Casas de toda la vida convertidas en oficinas donde creativos de todo el mundo van a trabajar (online) en sus proyectos. En una aldea de 20 habitantes, funciona este coliving coworking pionero en Europa. En Senderiz, Lobeira, Ourense.
  • Anceu. Un conjunto rural convertido en coworking para trabajadores en remoto de todo el mundo, con una estancia tope de seis semanas. En Ramis, Ponte Caldelas, Pontevedra.
  • iSlow. En un entorno confortable e inspirador, se abre este coliving familiar al nómada digital (con hijos). Desconectar del ruido urbano, conectar con el rural y con los demás dando valor a lo comunitario definen este espacio de convivencia y trabajo en O Piñeiro, Costa da Morte, A Coruña.
  • Casa Quiñones. Apartamentos privados con espacio coworking para estancias largas, mínimo de una semana. Agroturismo y teletrabajo en una antigua casa de labranza en el corazón de la montaña. Barcia, A Proba, Lugo