Lula, la argetina que ama y te hace amar Galicia: «Lo mejor es la libertad y seguridad que tienen aquí nuestros hijos, en Argentina no podían ir más allá de la puerta de casa»

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Lula y su familia se mudaron a Combarro hace dos años.
Lula y su familia se mudaron a Combarro hace dos años. CAPOTILLO

A 10.000 kilómetros de casa por Navidad está Luciana, que triunfa en redes como Lula en Galicia con consejos para madres migrantes, un diccionario exprés español-galego o «Las cinco razones para NO mudarte a Galicia»

24 dic 2023 . Actualizado a las 08:06 h.

Las primeras Navidades que pasó en Galicia, lejos de su Zárate natal, Lula las recuerda pasadas por agua. No por lo que llovió, sino por lo que lloró al sentirse tan lejos de esa patria que es su gente, la familia que dejó en su país cuando migró. Dos años después, esta Navidad se presenta como un gordo de la lotería para Lula en Galicia, autora de la cuenta de este nombre en Instagram, una red en la que esta argentina que marca tendencia asentada en la terriña desde hace dos años es embajadora chévere de Combarro. Luciana, conocida como Lula, empezó a hacer red como Matecito Migrante, blog que es un punto de conexión y apoyo para madres migrantes. «Ahí vamos tocando diferentes temáticas: cómo nos relacionamos, cuestiones de Extranjería con expertos, cómo nos reinventamos las madres cuando emigramos o cómo ayudar a los hijos en la adaptación... Uno viene con tantos miedos, tantos...», dice esta argentina que echa raíces en las Rías Baixas entre hórreos y gente de la que es fácil sentirse familia.

La maternidad es en sí misma una migración. Con ella tu vida muda por completo, ¿no? «Totalmente. Al ser madres evolucionamos, y el foco ya está en los hijos. Al emigrar no lo hacemos solo por nosotros, lo hacemos por ellos, con la esperanza de darles un futuro mejor», dice la orgullosa mamá de Pierina y Juanse, de 14 y 11 años, que triunfó con un vídeo de un curso de gallego acelerado por el que le llovieron comentarios. Lula y su hijo Juanse hicieron ese vídeo con una serie de palabras y expresiones en español y su correspondiente traducción al gallego. El reel se hizo viral... con algún gazapillo. «¡En la primera frase ya me equivoqué! Escribí: ‘Si chove, que llova» y es «Se chove, que chova’. A mi hijo hasta le han enviado regalos por ese vídeo».

Al emigrar, Lula asumió como parte del desafío de mudarse a Galicia que sus hijos aprendieran gallego. Que supieran ver bolboretas y dar bicos. Juanse se adaptó al gallego con facilidad y actitud, y su hermana Pierina superó la mudanza de una pieza en plena adolescencia. Sin venirse abajo.

Esta historia comenzó a gestarse una tarde, cuando sentados en el patio de su casa de Argentina, a Lula le dijo su marido, Juan: «Me quiero ir». Y ella se puso estupenda: «Vamos». Tras un año y medio de trámites, pandemia mundial, venta de la casa, del coche, de «tooodas» sus cosas, de amargas despedidas, volaron a España para asentarse en uno de los cincuenta pueblos más bonitos de España, según National Geographic.

La familia llegó Pontevedra en el 2021 y enseguida consiguieron una cálida acogida en Combarro. «Nosotros somos tranquilos y nos gusta la gente. Enseguida nos sentimos en nuestro hogar. Pasó algo: mi hijo venía desde Argentina queriendo ser portero. Cuando le dijimos que íbamos a emigrar (imagínate, ¡9 años, la cabeza explotada!), nos dijo que quería ir a una escuelita de fútbol. Vinimos y su grupo de compañeros del colegio iban a fútbol sala, lo apuntamos y enseguida se unió al equipo. A la tercera clase, nos dijeron que tenía condiciones para ser portero y si queríamos apuntarlo». Hoy Juanse es uno de los porteros de su equipo, el Poio Pescamar, con el que ha ascendido este año a Liga gallega. Y ha salido ya, emocionando a sus padres, cantando uno de los grandes temas de Juan Pardo en Xuntos, de TVG.

«El grupo de padres del colegio, de fútbol, es muy lindo. Y el colegio de Chancelas, ¡el mejor del mundo!. Nos divertimos muchísimo con las familias, armamos juntadas... Eso ayudó a la adaptación», señala Lula, que recalca que el deporte al que migra le ayuda a generar y a ampliar la red de apoyo. La real y las virtuales...

«Las redes sociales pueden crear vínculos preciosos —asegura—. De compañerismo, de entenderse, de acompañarse». Hace un par de semanas, esta familia recibía la visita de otra familia argentina afincada en Granada. «¡Once horas de coche para venir a pasar el fin de semana con nosotros en Combarro!», valora Lula. Norte y sur tienen sus contrastes y cargan con tópicos que no siempre son justos. «Cuando llegaron a Combarro, nos dijeron, por ejemplo, que pensaban que iba a hacer mucho más frío», detalla la influencer que te da «cinco razones para NO mudarte a Galicia» (te sorprenderán...).

Galegos son estos argentinos tras dos años de asombro y arraigo en las Rías Baixas. «A mí no me importa nada que llueva, estoy tan enamorada de Galicia... No soy una persona objetiva, no te diré nada feo de Galicia porque no se lo encuentro. Galicia nos recibió desde el principio con los brazos abiertos. Hoy mis hijos van solos a la parada del bus para ir al colegio, desde el ascensor, y eso en Argentina no lo habrían podido hacer nunca». En su país, otro ejemplo, tampoco podrían ir a retirar dinero de un cajero sin mirar si hay alguien a su espalda. «Hay un problema de inseguridad en Argentina, y en estos últimos años, la inflación lo hace todavía todo más duro. El sueldo para una familia no alcanza», dice quien se decidió a emigrar tras un flechazo, que nos cuenta.

«Tenemos amigos que viven aquí hace más de once años. En el 2016 vine a visitarlos, a ver a mi amiga con mi hija y con mi madre. Vine y me enamoré. Me enamoré de Combarro. Pero aún no era nuestro tiempo de emigrar. Cuando lo decidimos, entonces sí, no dudamos en venirnos para acá», afirma. Su marido, Juan, era al final el que más se resistía a dejar atrás su país. «Es difícil marcharse...», dice Lula. «Pero aquí hay muchos ojos que nos cuidan. Paso y me dice la panadera: ‘¿Cuándo viene Juanse a la plaza?, que yo te lo miro’. Y los padres están mirando, pendientes, como nosotros también miramos a los hijos de los demás». Esa red de padres y vecinos hace posible una conciliación que no logran las políticas. «Es un regalo que confíen en nosotros para lo más preciado: sus hijos», valora la argentina que disfruta la «doce vida galega». «A nosotros nos invitan (a una fiesta, a una churrascada...) y vamos. Si te quedás dentro de tu casa, nadie te va a venir a tocar el timbre. Tienes que tener esa predisposición de abrirte, de conversar, de charlar... Es fundamental». En Argentina es costumbre comer en las casas de los amigos, «aquí quedamos en la plaza a tomar algo».

La soledad no es compañía en la «aventura familiera» de Lula en Galicia. «El gallego siempre te ayuda», asegura. ¿Lo mejor de venirse a vivir en Galicia? «La seguridad y libertad para nuestros hijos, que puedan ir caminando por la calle, en Argentina no tenían la posibilidad de estar fuera, solo en la puerta de casa... Tenía miedo de que les pasase algo, hasta a mí sola me daba miedo ir. Y después, esta belleza de Galicia. ¡Todo el tiempo te estás sorprendiendo!».

Lula, Juan, Juanse y Pierina se dividirán esta Navidad entre los amigos de Vigo (el día 24) y los de Combarro (el 25). Unos y otros son su familia elegida. En su tercer Nadal, «la morriña es más linda», o más riquiña. Y se va y se viene entre panxoliñas...