
Es una tendencia que arrasa en otras zonas de España y que es posible encontrar aquí. Así es el pase diario con el que el cliente puede disfrutar de la piscina y las instalaciones comunes de un alojamiento sin ser huésped
01 sep 2025 . Actualizado a las 12:52 h.El day pass es una fórmula muy extendida en el sur de España y en Canarias. Una manera de disfrutar cualquier día de las piscinas y las instalaciones de hoteles de ensueño sin necesidad de quedarse a dormir. El usuario reserva y abona su pase diario, que le da derecho a darse un baño en la piscina y a utilizar las zonas comunes del alojamiento en cuestión —que pueden incluir gimnasio, spa y demás recintos deportivos— y pasar el día sin alojarse en él. «No todos los hoteles pueden hacerlo», apunta Ramón Estalella, el secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que indica que es una práctica frecuente en hoteles de grandes dimensiones, aunque también en alojamientos de lujo que cuidan la gastronomía y que ofrecen a mayores ese plus de poder darse un baño para hacer el día redondo.
«Hay hoteles que tienen mucha zona común y espacio de sobra para gente no huésped, con piscina e incluso en muchos casos que están al borde del mar y tienen acceso perimetral a él. En muchos sitios en los que es difícil aparcar, el day pass te da acceso a pasar con el coche y dejarlo ahí. Y luego ya tienen todas las ventajas de los huéspedes del hotel en las zonas comunes», indica el secretario general de la CEHAT, que añade que Canarias es un punto en el que esta opción tiene especial éxito: «Hay muchos residentes que lo adquieren para pasar el gustazo de pegarse un día en el hotel, visitar las piscinas, el gimnasio, el spa... Y también otras personas que duermen en un apartamento y que van con los niños a visitar un hotel un día, o a que les den un masaje, por ejemplo».
Los hoteles que suelen ofrecer el day pass suelen ser de cuatro o cinco estrellas, «porque los de tres, normalmente, no tienen tanto espacio», afirma Estalella, que señala que a mucha gente le mueve el atractivo de disfrutar un día en unas instalaciones a las que de otra forma no podrían acceder. «Lo que más triunfa es el modelo de resort de sol y playa durante todo el año», apunta el representante del sector, que no obstante, no olvida esos negocios más pequeños que ofrecen experiencias cuidadas y gastronómicas: «Aunque muchas veces los españoles sigan creyendo que para comer bien no hay que ir al restaurante de un hotel, se está cuidando muchísimo la gastronomía en los hoteles. Y no se está pensando no solamente en los huéspedes, sino también en la gente que viene de fuera, que quiere comer bien y, al mismo tiempo, aprovechar para utilizar las instalaciones del alojamiento».
El primer factor, es decir, disfrutar de sol y playa todo el año, Galicia no puede ofrecerlo. Tampoco dispone de ese modelo de negocio resort de dimensiones mastodónticas. Sin embargo, en cuanto a hoteles gastronómicos y con encanto, la variedad es indiscutible. También abunda la oferta termal, en la que siempre existió la opción de contratar el circuito para disfrutar durante una o dos horas del spa o de los balnearios sin ser huésped. En algún caso, como es el del Augusta Eco Wellness de Sanxenxo, ese circuito termal incluye el acceso a sus piscinas exteriores.
El sector turístico gallego, por lo general, muestra ciertas reticencias a la hora de implantar el day pass. «Existe el temor en el sector de que el acceso de las personas que no son huéspedes cause molestias a los que sí lo son», asegura Cesáreo Pardal, presidente del Clúster de Turismo de Galicia, que añade que es conocedor de que algún establecimiento que contó con el pase diario dejó de ofrecerlo, aunque señala lo importante que es el perfil del cliente y la gama del hotel a la hora de que este tipo de acceso triunfe sin incidencias.
UN CASO EN GALICIA
«Hay dos tipos de hoteles, uno que es nocturno, en el que lo que el cliente quiere es dormir y después dedicarse a salir, hacer excursiones o ir a las playas, y otros que, en cambio, son destinos en sí mismos», afirma Estalella. Este último es el caso de Casa Beatnik, cuya oferta cumple estrictamente con lo que se conoce como day pass en otras zonas del país. Este galardonado hotel boutique de Vedra con 20 habitaciones —combinan suites dentro de la casa y yurtas diseminadas por el jardín—, que su dirección define como de lujo discreto, ganó dos llaves Michelin que la prestigiosa guía le entregó en el 2024 por ofrecer una estancia excepcional. Cuenta además con su propia bodega y dos restaurantes, Tribu y Bambola, que están a cargo del chef Marcos Campos.
Sus instalaciones se conforman por una piscina climatizada de agua salada y tumbonas, spa, saunas, canchas de tenis y pickleball, estudio de yoga y gimnasio. De todo ello, con servicio de toallas incluido, puede disfrutar cualquier persona desde los 18 años de edad, sin quedarse a dormir en el hotel, adquiriendo el pase de un día en la web del establecimiento. «También ponemos a disposición del cliente baños donde puede asearse o ducharse, así como cambiarse antes o después de disfrutar del pase. Todo por un precio muy simbólico de 25 euros por persona», explica Juan Carlos Alonso Monteagudo, director de Casa Beatnik, que asegura que al cliente de day pass «lo mimamos y lo cuidamos como a cualquier otro, ofreciéndole a mayores de nuestros espacios una buena coctelería, buena música y gastronomía».
«La opción de quienes suelen adquirir el pase, que es gente del interior, por ejemplo, de Santiago, es: vamos a la playa o a Casa Beatnik. Nos bañamos en el mar o en las aguas de 28 grados del hotel, elegimos un chiringuito, un restaurante de playa, o bien algo más gastronómico aquí en el Bambola, que es nuestro restaurante italiano, o en el Tribu, que es de cocina gallega contemporánea».
El horario para hacer uso del pase diario es desde las 12 de la mañana hasta la puesta de sol. En la web puede elegirse la hora de llegada, y el hotel controla el aforo diariamente según su ocupación, regulando el número de day pass que ponen a la venta para garantizar el confort de los huéspedes. «Se genera un ambiente cosmopolita muy interesante, porque mientras que el cliente de day pass es normalmente gente más local, entre los huéspedes hay mucha gente de fuera. El director indica que además hay muchos clientes que van a comer a sus restaurantes y que, sobre la marcha, improvisan una tarde en la piscina comprando allí el pase diario en el momento.
Este servicio lo ofrece Casa Beatnik, dice su gerente, desde que abrió sus puertas en el 2022: «Aunque es un concepto más bien desconocido en Galicia, a nivel mundial se ve en muchas partes. Además, este es un hotel con una ocupación máxima de 40 huéspedes, pero las instalaciones, entre los restaurantes y las zonas de ocio, se diseñaron para recibir a entre 100 y 150 personas diariamente. El enfoque de mi hermano Daniel, que es el fundador del proyecto y el director creativo del Grupo Bonhomme en Chicago, hace que pensemos primero como hosteleros, antes de nada. Y en Casa Beatnik ofrecemos una experiencia hotelera completa». Una experiencia que se enmarca dentro de esos alojamientos gastronómicos con encanto de los que Galicia presume y que Cesáreo Pardal califica como de gama alta: «Es un ambiente selecto y restringido en el que la gente tiene un nivel y un gasto medio bastante alto, con lo cual no va a alterar a los huéspedes que estén en ese momento allí».
Alonso Monteagudo lo matiza: «Este es un proyecto de lujo discreto, pero que aún sigue siendo para todos. El gran problema es que hay gente que cree que no es asequible venir aquí, que es muy caro. Pero esto se diseñó y se gestiona con equipo gallego, que es de gallegos para gallegos, y después para el resto del país, por ese orden. Y el day pass es una extensión de esa idea. Ven a conocernos, vale que puede ser que no tengas el presupuesto para quedarte una noche, pero ven por un precio simbólico de 25 euros y pasa la tarde con nosotros».