¿CAMPO O CIUDAD? El Duero es tranquilidad y espectaculares viñedos, como los de The Vine House, pero también el privilegio de disfrutar con todo el lujo de oportos centenarios en Gaia, todo de la mano de Kopke Group by Escotet Family Estates
20 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.No hay grandes bodegas de vino Duero arriba. Solo espectaculares paisajes en los que el viñedo se ordena con una precisión casi matemática. Porque hasta hace solo unos años, los señores del vino en esta región portuguesa no eran los viticultores, ni siquiera los bodegueros. Estos, los que estaban río arriba, se limitaban a producir y a vender sus vinos para que los grandes almacenes, en Gaia, hicieran su fortuna. Hoy las cosas han cambiado. Las grandes bodegas han mirado hacia esta zona y han comprado viñedos y quintas en las que cuentan estas y otras muchas historias. Allí se esconde la esencia de esta región enoturística, que sigue teniendo en Gaia su principal atractivo.
Al igual que esos grandes comerciantes de vinos hicieron un día, el enoturista debe hoy también mirar río arriba para entender mejor la esencia de esta denominación de origen que nació en el año 1756 y al amparo de la que se producen unos de los vinos más conocidos del mundo, los oportos, y también los vinos tranquilos del Duero. Y si antigua es esta, más historia tiene la marca Kopke, fundada por Nicolau Kopke en 1638. Ahora, Kopke Group by Escotet Family Estates aglutina a todas las propiedades de Abanca en esta región portuguesa y por las que hoy ha renovado su apuesta Juan Carlos Escotet, dándole su nombre a un proyecto que incluye 250 hectáreas de viñedo, cuatro grandes fincas, un cinco estrellas en Oporto y marcas tan emblemáticas como Cálem, Barros, Burmester y Velhotes, en vinos de Oporto, y Quinta da Boavista y Sâo Luiz en vinos de Douro.
Precisamente en la Quinta de Sâo Luiz comienza este viaje que quiere ir en sentido contrario al recorrido que en su día hicieron los grandes grupos vinateros. Empezar por donde el Duero esconde esos paisajes tan espectaculares que fueron clasificados como Patrimonio de la humanidad en el año 2001. Aunque puede parecer que esta zona queda lejos, lo cierto es que hasta ella se puede llegar en barco, en coche o autobús y en tren, que tiene parada en la estación de Pinhão. Un poco más abajo se encuentra esta quinta, que es una de las más representativas de la región. «Temos 102 hectáreas de viñedo, pero isto non é o normal nesta zona, onde as parcelas son máis pequenas. O que pasa é que aquí mercáronse e fóronse unindo varias quintas», explica Márcio Nobrega, responsable de Viticultura de Kopke Group.
Aquí se cultivan las uvas con las que elaboran sus vinos de Oporto y también de las que nacen los vinos tranquilos, como un espectacular rosado de Tinto cao, una variedad de uva típica de la zona, o ediciones especiales de blancos y tintos que se comercializan bajo la marca The Wine Collection. «Experimentados con variedades que tienen más potencial y lanzamos ediciones especiales», añade Ricardo Macedo, enólogo de vinos tranquilos del grupo. Todos estos viñedos son los que rodean The Vine House, una antigua casa familiar que ha sido restaurada para convertirse en un coqueto hotel de once habitaciones. Cada una de ellas ofrece un mirador único sobre el río y abrir sus ventanas supone asomarse a un paisaje de postal, que por sí solo transmite tranquilidad. La misma sensación que se tiene al disfrutar de la piscina infinita, que parece fundirse con el río formando una única lámina de agua. Aquí hay calma y paz, pero también actividades que permiten acercarse a los vinos de esta región, como un pícnic entre viñedos en el que se podrá degustar el
Río abajo, en el margen izquierdo del Duero, está la otra parte de la historia de los vinos de Oporto. La de esos grandes almacenes que durante décadas almacenan estos vinos para darles esas características que los hacen tan especiales. En una de esas antiguas bodegas, la de Kopke, este grupo se ha aliado con la cadena Tívoli para abrir el Tivoli Kopke Oporto Gaia Hotel, un nuevo y exclusivo cinco estrellas en el corazón mismo de Gaia. Cuenta con 150 sofisticadas habitaciones y suites y un diseño que combina la elegancia contemporánea con la inspiración histórica del barrio de bodegas que lo rodea. Las obras de arte de sus pasillos lo convierten en un verdadero museo y su Sky bar y su piscina, en los mejores lugares para disfrutar de unas privilegiadas vistas sobre la otra orilla del río, donde se ubica la bulliciosa Oporto. Tiene spa y un sinfín de rincones diferentes para acoger eventos y celebraciones, a cubierto y al aire libre, además de espectaculares salas de cata en las que uno podrá aprender todo lo que necesita sobre estos vinos. Notoria es también su oferta gastronómica, con el restaurante 1638, en el que el chef Nacho Manzano, con tres estrellas Michelin, propone una experiencia gastronómica que reinterpreta los sabores ibéricos y los convierte en los más adecuados para, una vez más, apreciar la calidad y el buen hacer de los vinos que se cultivan alrededor del Duero. Porque río arriba o río abajo está claro que el vino, sea tranquilo o de Oporto, sigue siendo la razón de ser de esta región.