El plan de la FEB, que aún debe decidir si se compite, fija la realización de dos test, que los jugadores no compartan balón y la prohibición de los banquillos
Las jugadoras no entienden que se tengan que ir de vacaciones mientras los hombres continúan y Manu Sánchez pide que el Gobierno les reconozca, como a la Liga y la ACB