Aunque el suceso destacó por la claridad con que fue visto por centenares de personas, el paso de bólidos por la atmósfera terrestre no es algo excepcional
Vecinos de Cheliabinsk están comercializando pedazos del cuerpo astral que cayó la semana pasada, aunque las autoridades advierten del riesgo de estafa a los compradores
El cuerpo celeste entró en la atmósfera a una velocidad de 18 kilómetros por segundo, lo que supone 65.000 kilómetros por hora, es decir, 30 veces más rápido que un avión Concorde